EL VATICANO PROHIBE PREDICAR AL TEOLOGO Y SACERDOTE ALEMAN EUGEN DREWERMANN

MADRID
SERVIMEDIA

El Vaticano ha decidido retirar al teólogo alemán Eugen Drewermann el permiso para predicar, a raíz de unas polémicas declaraciones que hizo al semanario "Der Spiegel". La sanción, comunicada el pasado 11 de enero, se suma a la prohibición de enseñar que la Iglesia impuso al sacerdote con anterioridad.

Drewermann, autor de 38 libros de los que ha vendido más de un milón de ejemplares, exponía en la citada revista sus puntos de desacuerdo con la Iglesia católica, a la que reprocha no tener en cuenta la exégesis bíblica moderna y persistir en presentar como una de las verdades históricas lo que no es más que un relato simbólico.

Además, el sacerdote contestaba la posición de la Iglesia sobre el aborto. Respecto a la disciplina del celibato impuesta a los sacerdotes, afirmaba que "el que se bate contra el celibato, combate el poder de la Iglesia".

Drewermann, qu es también psicoterapeuta, cuestionaba en la entrevista el nacimiento de Jesús en Belén y su concepción por una mujer virgen, ya que, a su juicio, se trata de una leyenda más próxima a los mitos que a un relato histórico.

Otros hechos de la vida de Jesús, como sus milagros, la Pascua y la Ascensión, también tienen para Drewermann un significado simbólico por sí mismos.

Sobre la Eucaristía, el teólogo opinaba que "está perfectamente desechado" que Jesús hubiera dado pan y vino a sus discípulos, dciendo "este es mi cuerpo, esta es mi sangre", "porque esta idea de comer la carne de un hombre y beber la sangre era una cosa horrible para un judío".

El teólogo sancionado agregaba que tiene "por falsa y peligrosa la idea de que Dios habría hecho un milagro haciendo abstracción de la ley natural y en favor de las persona de Jesús. Ello no ayuda en nada a fundamentar la fe de los cristianos y conduce al ateísmo".

Lo que Jesús quería, explicaba en la entrevista, "era renovar la religión de su puelo en nombre del profetismo. El carácter revolucionario de su acción consistía en lo que él invitaba a hacer entre pescadores en comunión con Dios. Jamás ha expulsado a nadie, mientras que la Iglesia excluye a los que no creen o no hacen lo que ella prescribe".

La crítica del teólogo alemán no se detiene allí, ya que cuando aborda el tema del celibato de los sacerdotes, dice: "Vosotros podéis contar absurdos teológicos de todo género; vuestro ministerio puede ser también desprovisto del alma que vosotos queráis, pero jamás debéis intentar arremeter contra el poder de la Iglesia". Drewermann estimaba que "La Iglesia no podrá mantener más de algunos años" su posición sobre el celibato.

También plantea que los sacerdotes sean formados sobre nuevas bases, como el servicio a la comunidad, lo que no impediría la ordenación de mujeres para la predicación.

Respecto al aborto, afirmaba en la entrevista: "La Iglesia no tiene ni el derecho ni el deber de determinar quién es asesino o asesina. Nadie tien el derecho de declarar culpable a toda persona que aborta sin preocuparse de saber en qué conflicto o en qué angustia vive".

(SERVIMEDIA)
17 Ene 1992
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