El coordinador de Unió de Pagesos, Pep Riera, se mostró satisfecho por el hecho de que en Bruselas se haya aceptado finalmente la reivindicación de conseguir ayudas directas a la producción de avellana, aunque expresó su descuerdo por la cantidad fijada, que calificó de "ridícula".

En este sentido, el dirigente sindical agrario recordó que Loyola de Palacio, ministra de Agricultura reconoció ayer que estas ayudas son insuficientes.

Para el consejero de Agricultura de la Generalitat, Francesc Xavier Marimon, la cantidad final de ayudas y subvenciones que recibirían los agricultores de la avellana catalanes, perjudicados especialmente por la importación de avellanas turcas, podría suponer entre un 50 y un 60 por cient de la cantidad solicitada por los agricultores, y que superarían las 180.000 pesetas por hectárea si la nueva ayuda se suma a las otras.

Por su parte, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Unión de Pequeños Agricultores consideró que la reforma global del mercado de frutas y hortalizas es totalmente contraria a los intereses españoles.

La COAG criticó el hecho de que algunos productos españoles como las cebollas, los ajos, las fresas, el champiñón o el pimient queden fuera de la reforma.