"THE ECONOMIST" SE BURLA DE LAS CARENCIAS IDIOMATICAS DE LOS POLITICOS BRITANICOS, A PROPOSITO DE LA CUMBRE DE NIZA

MADRID
SERVIMEDIA

La revista británica "The Economist" dedica un artículo de su último número a reconocer las carencias idiomáticas de sus políticos, tan parecido en eso a sus conciudadanos, en comparación con los de otros paises de la Unión Europea.

on motivo de la Cumbre de Niza, "The Economist" improvisó una encuesta entre los ministros británicos y alemanes, que puso en evidencia la neta superioridad de los germanos como políglotas, ya que todos hablan inglés, la mayoría también francés y algunos también italiano, español, ruso y hasta hebreo. El de Finanzas, Hans Eichel, domina incluso el latín y el griego.

Por contra, dos ministros británicos admitieron francamente son monolingüismo: John Prescott, a quien "The Economist" atribuye un gran doinio de "su propio, idiosincrásico dialecto inglés"; y Nick Brown, el ministro de Agricultura. Tony Blair se desenvuelve en francés y algo en italiano, y otros cinco ministros dicen que hablan entre pasablemente y bastante bien la lengua de Moliere.

Seis ministros se negaron a participar en la encuesta, algo que "The Economist" atribuye, con piadosa ironía, a que "quizás los políticos británicos son reacios a hacer publicidad de su habilidad lingüística, ya que podría hacerles vulnerables a los ataque de la prensa eurofóbica" británica, que podría pensar que se empieza por conocer un idioma extranjero y se acaba por defender la existencia de un superestado europeo.

"Probablemente", concluye "The Economist", "los ministros británicos, como la gente a la que representan, calculan que si hablan lo bastante alto cuando están en el extranjero, podrán arreglárselas en inglés".

(SERVIMEDIA)
17 Dic 2000
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