EL REY AGRADECE A SU PADRE LA CONSTANCIA DE SU EJEMPLO DURANTE EL ACTO DE ENTREGA DE LA MEDALLA DE ORO DE NAVARRA

PAMPLONA
SERVIMEDIA

El Rey don Juan Carlos agradeció hoy a su padre, don Juan de Borbón, la constancia de su ejemplo y la generosidad de su espíritu "y el haberme inculcado desde la cuna una obsesión que me honra compartir contigo; el amor ilimitado a España y el deseo ferviente de servirla hasta el límite de nuestras fuerzas", en el transcurso del acto de entrega de l medalla de oro concedida por el Gobierno de Navarra al conde de Barcelona.

Al acto, celebrado a la una del mediodía, en el salón del trono del palacio de Navarra, asistieron todos los miembros de la familia real: los reyes don Juan Carlos y Doña Sofía, el príncipe Felipe, las infantas Elena y Cristina, la condesa de Barcelona, doña María de las Mercedes de Borbón, sus hijas las infantas Pilar y Margarita y el marido de ésta, Carlos Zurita.

Además de la familia del homenajeado, acudieron al acto rotocolario noventa invitados, entre autoridades de la comunidad y amigos personales del conde de Barcelona.

Los monarcas llegaron al aeropuerto de Noain en dos aviones Falcon DA-90, a las doce y veinte del mediodía y desde allí se trasladaron a la Clínica Universitaria de Navarra para recoger a don Juan y dirigirse en comitiva hasta el Palacio de Navarra.

En el exterior, varios centenares de personas esperaban la aparición de la familia real y entre ellos, un grupo de miembros de HB, entre los qe se encontraban los parlamentarios Mauricio Olite e Itziar Gómez, que trataron de desplegar una pancarta y lanzaron gritos en contra de la visita real.

Entre pitidos y aplausos, el Rey fue recibido por el alcalde de Pamplona, Alfredo Jaime, quien le entregó la vara de mando de la ciudad. Mientras tanto, efectivos policiales disolvieron a los grupos abertzales que protestaban por la presencia de los Reyes en Pamplona.

A la una y cinco minutos, la orquesta Santa Cecilia interpretó los compases de os himnos de España y de Navarra y el secretario general del Gobierno de Navarra, Joaquín Gortari, dio lectura al decreto foral de concesión de la Medalla de Oro al padre del Rey, aprobado por el ejecutivo navarro el pasado 11 de enero.

El decreto del Gobierno destaca la figura del galardonado y señala que "desde los tiempos más difíciles de nuestra historia reciente, don Juan de Borbón propugnó, con convicción y tenacidad los principios de la reconciliación, la justicia y la tolerancia como señas de dentidad de la monarquía que precisaba el futuro de España y mantuvo firmemente su objetivo de conseguir un régimen de libertades y un reconocimiento de los derechos históricos de las diferentes comunidades españolas".

El presidente navarro, Juan Cruz Alli, subrayó en su discurso la vida "llena de hechos extraordinarios con carácter de ejemplaridad" de don Juan de Borbón y el carácter integrador de la monarquía "de todos los españoles, definitivamente reconciliados".

"Desde que el 15 de enero de941 el rey Don Alfonso XIII os designó como su sucesor, Vuestra Alteza mantuvo con tesón un difícil equilibrio para que la monarquía fuese una garantía para el futuro de España, configurándola como una institución capaz de ser el cauce de la reconciliación nacional en un futuro democrático, entendiendo que dentro del proyeto monárquico cabían todos los españoles con independencia de su ideología", afirmó.

A continuación, el presidente Alli entregó la Medalla a Don Juan Carlos y éste se la impuso a su adre, que la recibió de pie y con un fuerte aplauso. El Príncipe de Asturias fue el encargado de leer, en nombre de su abuelo, el discurso escrito por Don Juan, a quien el proceso tumoral que padece en la laringe y la operación en la que se le extirpó este órgano en 1988 le impiden hablar.

Tras agradecer la concesión del galardón y la presencia de toda su familia en el acto, el discurso del conde de Barcelona se refirió muy especialmente a su esposa, doña María de las Mercedes, señalando que "tenemos ú y yo la satisfacción de poder decir hoy que nuestras esperanzas y deseos no estaban desencaminados y que hemos administrado prudentemente el legado de la legitimidad histórica.

Así, cuando España lo ha necesitado, lo ha podido encontrar y hemos tenido la dicha de ver encarnada en nuestro hijo la institución a la que hemos dedicado nuestra vida".

El Rey clausuró el acto agradeciendo la entrega del galardón y destacando el amor que siente su padre por Navarra y por sus gentes, así como "el afectoagradecido que profesa a este pueblo, de cuyo cariño nunca dudó, pero que ha podido comprobar sin lugar a dudas en momentos duros, de enfermedad".

Tras saludar a los invitados en el salón contiguo, la familia real abandonó el palacio de Navarra y se trasladó a la Clínica Universitaria, donde almorzaron en el comedor de invitados y sobre las cuatro de la tarde, regresaron a Madrid.

(SERVIMEDIA)
18 Ene 1993
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