Estos servicios autolimpiables se han instalado en los 31 electrotrenes de largo recorrido. Todos los asideros, lavabos e inodoros están adaptados para su uso por minusválidos.

El proyecto ha supuesto una inversión de 221 millons de pesetas, de los que la mitad han sido aportados por el Instituto de Servicios Sociales (Inserso).

Este acuerdo, que se enmarca en el convenio firmado entre Renfe y el Inserso en 1993, prevé, durante la década de los 90, completar los medios y recursos necesarios para lograr una mejora cualitativa de las condiciones de vida de las personas con discapacidad.

Las dimensiones de la cabina son las adecuadas para poder entrar en una silla de ruedas. Esto obliga a suprimir dos plazas de viajeros y ustituirlas por una silla de ruedas con anclajes especiales. También llevan un panel con instrucciones escritas en braille para que las personas invidentes puedan orientarse y saber dónde se ubican los distintos elementos del servicio.

Con estos servicios autolimpiables, cada vez que un usuario salga del servicio, independientemente del uso realizado, automáticamente se procede a la limpieza del inodoro y del piso, así como a la desinfección mediante una inyección de ozono, para proceder posteriorment al secado mediante un chorro de aire.