La nueva vía absorberá una circulación de 6.000 vehículos diarios y, al suponer una nueva conexión a la carretera de Valencia superados los términos de Madrid capital y Rivas, contribuirá a descongestionar esta autovía de salida de Madrid, especialmente en periodos vacacionales, cuando aumenta la intensidad de tráfico en la A-3.

Asi mismo, esta nueva conexión, de cuatro kilómetros de longitud, permitirá unir REDSUR, la malla de más de 90 kilómetros de carreteras y autovías que se encuentra actualmente en construcción, con el este de la región.

Esta nueva infraestructura dará continuidad a la M-506 hasta la M- 300, conectando los municipios de Boadilla del Monte, Villaviciosa de Odón, Móstoles, Fuenlabrada, Parla, Pinto, San Martín de la Vega, Arganda del Rey, Torres de la Alameda y, por último, Alcalá de Henares, un tramo que abarca desde la carretera de Extremadura (A-5) hasta la de Barcelona (A-2).

De esta forma, los estudios realizados por el Ejecutivo regional prevén que el tráfico de esta carretera vaya en aumento, hasta llegar a los 13.000 vehículos diarios en el futuro, un 36% de ellos camiones procedentes de las graveras del sureste de la región.

El nuevo tramo tiene una longitud total de 3,9 kilómetros y ha supuesto una inversión de casi 5 millones de euros. Su construcción ha incluido el acondicionamiento de una glorieta de la travesía del municipio de Arganda y la construcción de otras dos rotondas.

Asimismo, se han excavado tres pasos inferiores mediante cajones de hormigón armado bajo la A-3, la Vereda de En Medio y la Colada del Camino Viejo de Chinchón.