Salud y medio ambiente
El ‘tsunami’ de la ‘basura electrónica’ afecta a la salud de millones de niños y mujeres, según la ONU
- Sólo un 17,4% llega a instalaciones formales de gestión o reciclaje en el mundo

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Millones de niños, adolescentes y mujeres embarazadas en todo el mundo ven comprometida su salud por el procesamiento informal de residuos de dispositivos electrónicos o eléctricos, según el primer informe sobre esta materia realizado por la Coalición sobre Residuos Electrónicos de las Naciones Unidas (E-Waste Coalition, en inglés).
El informe, titulado ‘Niños y basureros digitales’, y difundido este martes, indica que se necesitan con urgencia medidas eficaces y vinculantes para proteger la salud de estos sectores de la población ante el “aumento vertiginoso” de la ‘basura electrónica’. La Coalición está formada por un grupo de 10 agencias de la ONU y organizaciones internacionales, entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Con volúmenes crecientes de producción y eliminación, el mundo se enfrenta a lo que un foro internacional reciente describió como un creciente ‘tsunami de desechos electrónicos’, que pone en riesgo vidas y salud”, apuntó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, que añadió: "De la misma manera que el mundo se ha unido para proteger los mares y sus ecosistemas de la contaminación por plásticos y microplásticos, necesitamos unirnos para proteger nuestro recurso más valioso, la salud de nuestros niños, de la creciente amenaza de los desechos electrónicos".
Hasta 12,9 millones de mujeres trabajan en el sector informal de los residuos, lo que las expone potencialmente a desechos electrónicos tóxicos y las pone a ellas y a sus hijos por nacer en riesgo. Y más de 18 millones de niños y adolescentes, algunos de tan sólo cinco años, participan activamente en el sector industrial informal, del cual el procesamiento de desechos es un subsector.
Los padres o cuidadores suelen involucrar a los menores en el reciclaje de residuos electrónicos porque sus manos pequeñas son más diestras que las de los adultos. Otros niños viven, van a la escuela y juegan cerca de los centros de reciclaje de desechos electrónicos donde los altos niveles de sustancias químicas tóxicas, principalmente plomo y mercurio, pueden dañar sus capacidades intelectuales.
Los niños expuestos a los desechos electrónicos son particularmente vulnerables a los productos químicos tóxicos que contienen debido a su tamaño más pequeño, órganos menos desarrollados y una rápida tasa de crecimiento y desarrollo. Absorben más contaminantes en relación con su tamaño y son menos capaces de metabolizar o erradicar sustancias tóxicas de sus cuerpos.
IMPACTO EN LA SALUD HUMANA
Por otro lado, la OMS apunta que los trabajadores que buscan recuperar materiales valiosos como el cobre y el oro corren el riesgo de exponerse a más de 1.000 sustancias nocivas, como plomo, mercurio, níquel, retardantes de llama bromados e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP).
Para una futura madre, la exposición a desechos electrónicos tóxicos puede afectar la salud y el desarrollo del feto por el resto de su vida. Los posibles efectos adversos para la salud incluyen resultados negativos en el parto, como muerte fetal y nacimientos prematuros, así como bajo peso y poco tamaño al nacer.
La exposición al plomo de las actividades de reciclaje de desechos electrónicos se ha asociado con puntuaciones de evaluación neurológica conductual neonatal significativamente reducidas, mayores tasas de trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH), problemas de conducta, cambios en el temperamento infantil, dificultades de integración sensorial y reducción cognitiva y del lenguaje.
Otros impactos adversos para la salud infantil relacionados con los desechos electrónicos son cambios en la función pulmonar, efectos respiratorios y respiratorios, daño al ADN, función tiroidea alterada y un mayor riesgo de algunas enfermedades crónicas en el futuro, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
"Un niño que come solo un huevo de gallina de Agbogbloshie, un sitio de desechos en Ghana, absorberá 220 veces el límite diario de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria para la ingesta de dioxinas cloradas", resumió Marie-Noel Brune Drisse, autora principal del informe.
Brune Drisse indicó que “la causa es una gestión inadecuada de los desechos electrónicos”. “Éste es un problema creciente que muchos países aún no reconocen como un problema de salud. Si no actúan ahora, sus impactos tendrán un efecto devastador en la salud de los niños y supondrán una pesada carga para el sector de la salud en los próximos años”, apostilló.
RÁPIDO CRECIMIENTO
Los volúmenes de residuos electrónicos están aumentando en el mundo. Según la Asociación Global de Estadísticas de Residuos Electrónicos (GESP, por sus siglas en inglés), crecieron un 21% en los cinco años hasta 2019, cuando se generaron 53,6 millones de toneladas.
En perspectiva, los desechos electrónicos del año pasado pesaron hasta 350 cruceros colocados de punta a punta para formar una línea de 125 kilómetros de largo. Se prevé que este crecimiento continúe a medida que el uso de ordenadores, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos continúe expandiéndose, junto con su rápida obsolescencia.
Sólo un 17,4% de los desechos electrónicos producidos en 2019 llegó a instalaciones formales de gestión o reciclaje, según los cálculos más recientes de GESP, mientras que el resto se vertió ilegalmente, de forma abrumadora en países de ingresos bajos o medios, donde son reciclados por trabajadores informales, puesto que en esas naciones no existe regulación o ésta es muy escasa.
La recolección y el reciclaje adecuados de los desechos electrónicos es clave para proteger el medio ambiente y reducir las emisiones climáticas. En 2019, GESP descubrió que un 17,4% de los desechos electrónicos que se recolectaron y reciclaron adecuadamente impidieron que se liberaran al medio ambiente hasta 15 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono.
LLAMADA A LA ACCIÓN
El informe insta a exportadores, importadores y gobiernos a una acción eficaz y vinculante para garantizar tanto la eliminación ambientalmente racional de los residuos electrónicos como la la salud y seguridad de los trabajadores, sus familias y comunidades; analizar la exposición a los desechos electrónicos y los resultados para la salud; facilitar una mejor reutilización de materiales, y fomentar la fabricación de equipos eléctricos y electrónicos más duraderos.
También pide a la comunidad sanitaria que tome medidas para reducir los efectos adversos para la salud de la ‘basura electrónica’ con el desarrollo de la capacidad del sector para diagnosticar, analizar y prevenir la exposición a tóxicos entre niños y mujeres, creando así conciencia sobre los posibles beneficios colaterales del reciclaje responsable, trabajando con las comunidades afectadas y abogando por mejores datos e investigaciones de salud sobre los riesgos para la salud a los que se enfrentan los trabajadores informales de residuos electrónicos.
"Los niños y adolescentes tienen derecho a crecer y aprender en un ambiente saludable, y la exposición a residuos eléctricos y electrónicos, y sus muchos componentes tóxicos incuestionablemente impacta ese derecho", recalcó María Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.
(SERVIMEDIA)
15 Jun 2021
MGR/gja