Las uvas rojas, entre otras frutas, poseen el compuesto "res", que tiene una alta capacidad antinflamatoria y protectora contra el cáncer gracias a un gen. Los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte han descubierto que el "res" ayuda a continuar el proceso de eliminación de células muertas, llamado apotopsis, parado por ciertos cánceres.

El "res" inhibe, asimismo, un gen asociado a la inflamación y bloqueo de las arterias. El descubrimiento permit explicar la relación de la dieta con los procesos moleculares y cómo poder luchar con fármacos ante células inmunizadas.