EL VINO DE MESA VENDIDO EN ESPAÑA TIENE MENOR GRADO ALCOHOLICO QUE EL QUE MARCA LA ETIQUETA, SEGUN LAS COOPERATIVAS AGRARIAS
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El vino de mesa vendido en España presenta irregularidades en su etiquetado, ya que, por ejemplo, la graduación alcohólica que figura n los envases es entre 0,5 y 1,5 grados mayor que la real, según denunció hoy la Confederación de Cooperativas Agrarias, tras proceder a su análisis.
La denuncia de estas irregularidades se produce tras la decisión de los envasadores de importar vinos de Argentina y Chile para comercializarlos en España, ya que les sale más barato que el nacional. Las cooperativas acusan a los envasadores de no advertir en el etiquetado al consumidor de la procedencia de dicho producto.
El vino importado de Argenina tiene al menos 12 grados, por lo que al venderse con 8-9 grados reales, las cooperativas sospechan que los envasadores lo están aguando. En el análisis practicado, también se ha detectado que los 'brik' puestos a la venta traen menos cantidad de vino que la indicada en la etiqueta (entre 50 y 100 centímetros cúbicos).
La 'guerra' entre los productores y la industria vitivinícola se produce después de que la sequía haya recortado la cosecha en la pasada campaña en un tercio sobre la media de los úlimos años, lo que ha provocado un aumento del precio del vino en origen.
Los envasadores han acudido para proveerse a los vinos argentinos y chilenos, más baratos, lo que ha provocado que aún el 70% de la cosecha española no haya tenido salida. Según las cooperativas, las importaciones suponen ya el 33% de la producción de esta campaña.
Aunque hace unas semanas las cooperativas y los envasadores firmaron un documento por el que los primeros se comprometían a finalizar sus importaciones, la Confedración de Cooperativas denunció hoy que estas no han acabado y las pérdidas para los productores suman ya 4.000 millones de pesetas, porque los precios del mercado son inferiores al coste (el vino blanco, aunque de momento no haya operaciones, cotiza a 500 pesetas por hectogrado, cuando el coste es de 570).
Las cooperativas denunciaron que estos precios son inferiores a los de otros países europeos e indicaron que "si la viticultura española debe enfrentarse a la competencia directa de las produccione de países terceros, estamos abocados a la desaparición".
Además, señalaron que las irregularidades descritas están provocando un "grave daño" a la imagen del vino de mesa español, ya que la calidad de éste ha caído. Responsabilizaron de la situación a la "permisividad" de las administraciones.
(SERVIMEDIA)
26 Mar 1996
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