El accidente, que obligó a llevar al "Fortuna" a unos astilleros asturianos para su reparación, se ha mantenido en el más estricto secreto desde que se produjo la pasada Semana Santa, informa esta revista.

Esta publicación relata que el yate del Rey hacía la travesía desde la base de Porto Pí, en Mallorca, hasta la isla de Lanzarote, donde descansaba la Familia Real tras la tensión de la enfermedad y fallecimiento del padre del Rey, don Juan de Borbón.

Según "El Maestro Amero", el yate debía repostar en Casablanca, donde el rey Hassan II de Marruecos había ordenado que se le escoltara.

Al efectuar la maniobra de entrada al puerto de Casablanca, la patrullera embistió por estribor al yate real, aunque la pericia del patrón inglés del "Fortuna", Richard, evitó males mayores, agrega la revista.

Trasladado el yate a los astilleros MEFASA de Avilés (Asturias), fue introducido para su reparación en una nave a cubierto, donde "ni siquiera el director del astillero está utorizado para franquear el paso", concluye esta publicación.