Según Monsanto, los estudios en los que ha basado el Ejecutivo austriaco su decisión se limitan a experimentos en laboratorio, y no a trabajos de campo.

La multinacional productora de maíz transgénico mantiene que varios estudios de campo realizados desde 1995 en alguos países europeos han demostrado que la variedad Bt no es nociva para insectos beneficiosos y se hace resistente sólo a las plagas perjudiciales.

En este sentido, afirma que esta variedad de maíz modificada genéticamente no resulta contraproducente para las larvas de la mariposa monarca, ya que la empresa asegura que la exposición de estas larvas al polen de maíz es mínima.

Monsanto asegura que el hábitat natural de estas mariposas son las praderas, los espacios naturales y los bordes de la carrtera, no las plantaciones de maíz.

Asimismo, la empresa sostiene que antes de la introduccción de la variedad Bt los agricultores controlaban las orugas que perforan los tallos de las plantas con grandes cantidades de insecticidas.