También testificaron hoy algunos de los padres de los niños -----------------------------------------------------------
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Uno de los testigos del "caso Edelweis" afirmó hoy, durante el juicio que se celebra desde la pasada semaa en la Audiencia de Madrid por 75 delitos de corrupción de menores, que el cabecilla del grupo, Eduardo González Arenas, indicaba "de alguna manera" a los monitores de la secta con quién debían mantener relaciones sexuales.
Durante la sesión, también prestaron declaración algunos de los padres de los niños que pertenecieron a "Edelweis", que contaron ante el tribunal cómo sus hijos fueron alejándose del entorno familiar y escolar hasta llegar a unos actitudes de rechazo que todavía mantienen.
Un de esos niños, que ni siquiera quiso facilitar sus inicales para preservar su intimidad, relató que poco tiempo después de entrar en el grupo, cuando contaba 12 años, mantuvo su primer contacto sexual con Sergio de Miguel, hermano de "Iñaki" y que no se encuentra procesado, con el que mantuvo una relación estable durante 6 meses.
Transcurrido ese tiempo, apareció "Eddy" (que se encontraba en la cárcel cumpliendo una condena por corrupción de menores, aunque este detalle era ignorado por los niños) y esde entonces tanto Carlos de los Rios, como Ignacio de Miguel y el propio González Arenas, le presionaron para apartarle de él porque "de alguna manera, 'Eddy' imponía con quién se matenía relaciones".
El testigo aseguró que fue un A.P. (amistad particular, lo que dentro del grupo se refería a ser "como novios", según sus propias explicaciones) de González Arenas y que era consciente de que éste mantenía similares relaciones con otros compañeros.
"Me engañaba a mí mismo pensando que yo era su únco A.P.", dijo, "pero era consciente de que eso era algo que 'Eddy' tenía que hacer con otros compañeros para que tuvieran acceso al planeta".
Explicó también que los monitores le dieron las primeras charlas sobre "un mundo perfecto y una sociedad muy avanzada" y se referían a "Eddy" como a "un extarterrestre con forma humana".
En términos similares se expresó otro de los testigos, D.A.P., que reconoció haber mantendido relaciones con Ignacio de Miguel al poco tiempo de entrar en "Edelweis" y recbir las mismas doctrinas sobre el planeta "Nasar".
"En aquellos momentos consideré correctas las prácticas homosexuales que se daban en el grupo y nadie me intentó desengañar. Sólo poco antes de que se desarticulara el grupo tuve una charla con Carlos de los Ríos, que me hizo pensar que tal vez todo fuera mentira".
El testigo entendió esas relaciones no como un medio para llegar hasta el planeta, como declararon otros testigos en días anteriores, sino "una expresión de la libertad sexual que en elos se vivía".
RECHAZO A LA FAMILIA
Por otra parte, la madre de dos de los niños que pertenecieron al grupo "Edelweis" explicó cómo sus hijos fueron cambiando y experimentando un rechazo hacia el entorno familiar, hasta el punto de que "no podía darles un beso cuando se iban al colegio".
La testigo dijo que, tras recibir la visita en casa de Antonio Gutiérrez y Javier Marcos (dos de los monitores procesados), permitió que sus hijos fueran de acampada "y volvieron felices, diciendo que habían heho mucho deporte y que estaban aprendiendo a jugar al ajedrez (término con que en "Edelweis" se designaba a las prácticas sexuales), lo que me encantó".
"Poco a poco venían cada vez más serios, muy raros y no querían hablarme. Cualquier intento por llevarles con otros familiares o de vacaciones a otro sitio provocaba unos conflictos brutales".
La testigo añadió que sus hijos han necsitado asistencia psiquiátrica y que sólo hace dos años "estamos empezando a recomponernos", mientras que otra de la madres que testificó comentó que "lo más acusado que le quedó a mi hijo de toda esta historia fue un rechazo absoluto hacia la figura de la madre".
Esta tarde continuarán prestando declaración cuatro de los nueves testigos citados para hoy por el tribunal.
(SERVIMEDIA)
30 Sep 1991
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