Educación

La sobrecarga de responsabilidades y la creciente complejidad en las aulas, principales causas del deterioro de la profesión docente

- Según un informe de bienestar en las aulas de Educo y Fundación SM

MADRID
SERVIMEDIA

El bienestar del profesorado se está deteriorando debido a que los docentes cada vez están más sobrecargados por el exceso de responsabilidades y la complejidad creciente en las aulas y estos sienten que se les asignan responsabilidades que van más allá de su labor educativa, a menudo superando sus capacidades para formarse y los recursos a su alcance.

Así lo desvela el informe ‘Mejorando la protección y el bienestar en las escuelas’ de Educo y la Fundación SM, el cual refleja el deterioro “alarmante” en el bienestar socioemocional de estudiantes y docentes en España a través de sus propias voces.

Sobre la citada sobrecarga docente, el informe expone, por ejemplo, que “25 alumnos que vienen de casas diferentes, con medios distintos, con estimulación y motivaciones diferentes en una clase no es viable porque de esos 25, hay 5 o 6 con muchísimas necesidades”, explicó un docente de Galicia. Además, según una profesora en Cataluña, a veces, siente que está haciendo de “psicóloga, educadora social o madre”.

Las ratios elevadas también dificultan la atención individualizada. “La ratio no ayuda nada a que el profesor trabaje cómodo y pueda desarrollar bien su papel. Creo que es uno de los mayores problemas que hay”, dijo una profesora y recoge el análisis. La falta de reconocimiento al profesorado es otro problema persistente que se agrava en las etapas inferiores, así como sentirse cada vez más cuestionados por las familias.

A todo ello se le añade la desconexión entre la formación docente y las necesidades reales de las aulas, la burocracia excesiva o los cambios legislativos constantes. Además, la ausencia de apoyo emocional también es “palpable” y los profesores echan de menos más empatía. “No es muy lógico que no tengamos un psicólogo en el centro, que nos pueda ayudar en momentos de estrés”, admitió una profesora.

ALUMNOS

Asimismo, los testimonios de los docentes destacan un deterioro generalizado en el bienestar socioemocional de los estudiantes. Según ellos, existen, al menos, dos factores clave que pueden estar contribuyendo a este malestar: por un lado, las relaciones familiares, provocadas en parte por la dificultad de padres para dedicar tiempo de calidad a sus hijos; y por otro, el uso excesivo de la tecnología, especialmente, el tiempo prolongado que los estudiantes pasan ante las pantallas.

A su vez, los docentes identifican que esta problemática tiene tres consecuencias principales: mayor vulnerabilidad socioemocional en los estudiantes (baja autoestima y poca tolerancia a la frustración); aumento de conductas disruptivas en el aula por la falta de atención en el hogar; y dificultades para mantener la concentración en el aprendizaje.

Por su lado, entre el alumnado existe consenso al señalar que el origen de los problemas que afectan a su bienestar en clase está también fuera del centro educativo y, a su juicio, se relaciona con el entorno familiar y el tecnológico. “Las redes sociales te desconcentran. Por ejemplo, si estás estudiando y tienes el móvil al lado y te hablan, dejas lo que estás haciendo y contestas”, describió un grupo de discusión de alumnos de un colegio concertado de Andalucía.

Por otro lado, el alumnado de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) destacó que la principal causa de los conflictos entre ellos son insultos, rumores o bromas que muchas veces trascienden el ámbito escolar por las redes sociales. Cuando estas situaciones se producen, prefieren mantener distancia con el profesorado, lo cual muestra la “importancia” de que estos sean “referentes” de confianza y promuevan entornos seguros.

RECOMENDACIONES

La investigación también propone soluciones para crear entornos escolares “más seguros y acogedores”. Entre las principales medidas destacan la necesidad de promover una mayor colaboración entre familias y centros educativos para construir relaciones de respeto mutuo. Además, se resalta la importancia de contar con estructuras y recursos de apoyo emocional en los centros para atender las necesidades de la comunidad educativa.

También se subraya el papel clave de los equipos directivos que fomentan un liderazgo participativo. Así, se contribuye a la cohesión del profesorado y se genera un clima de confianza y autoeficacia. El estudio también señala que la administración tiene la “responsabilidad” de abordar la pérdida de bienestar en las escuelas.

En este sentido, el informe subraya que hay que impulsar la figura del Coordinador de Bienestar y Protección, introducida por la Ley Orgánica de Protección integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (Lopivi). Su rol es “vital” para mejorar el ambiente en el aula y garantizar un entorno escolar seguro y respetuoso.

La metodología de este trabajo incluyó entrevistas grupales y talleres con profesorado y alumnado de centros públicos y concertados de cuatro comunidades autónomas (Madrid, Cataluña, Valencia y Galicia), y entrevistas en profundidad con profesorado de diversas partes de España distribuido en atención a las variables de género, titularidad y experiencia docente.

(SERVIMEDIA)
20 Mar 2025
AGG/clc