Fuentes de esta ONG informaron que sus técnicos abandonarán el país centroafricano en los próximos días, después de abandonar la oficina de la organización en la capital, Kigali.

El equipo médico de Acción Internacional contra el Hambre empezó a tener dificultades con los dirigentes del aís tras denunciar varios abusos de los militares tutsis a los desplazados de zonas del suroeste de Ruanda.

Los 22 cooperantes que trabajaban en los programas alimentarios, hidrológicos, sanitarios y agrícolas de AICF en las regiones del noroeste y suroeste del país empezaron a temer por su integridad tras ser testigos de varias acciones violentas del ejército.

Según señalaron fuentes de la organización, AICF continuará sus programas con los refugiados ruandeses en Burundi y Tanzania, en cuyos capos permanecen todavía miles de desplazados.