Según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Murcia, los huéspedes y los empleados del hotel han reanudado su actividad cotidiana y sólo una pequeña área del recinto permanece acordonada al haber sido dañada por la explosión una de las vigas que afectan a la estructura del edificio.

Pasadas las cuatro y media de la madrugada, el conserje del hotel recibió una llamada de una persona que dijo hablar en nmbre de ETA, anunciando la colocación de un artefacto explosivo en el establecimiento.

Media hora después, la bomba, colocada en los aledaños del hueco del ascensor, explosionó causando heridas leves a Stefanía G., de 20 años, y al guardia civil Ambrosio Campos, que participaba en las tareas de desalojo del hotel.

Los heridos fueron atendidos en el Servicio de Urgencias de La Manga, aunque sólo presentaron lesiones leves en el oído y ligera conmoción, por lo que la turista italiana se reincorporóa su habitación en el hotel tras ser reconocida.

De acuerdo con las mismas fuentes, los daños materiales ocasionados son asimismo "cuantiosos", aunque todavía no han sido evaluados.

Según el primer informe elaborado por los técnicos del TEDAX que inspeccionaron el lugar, el artefacto estaba compuesto por entre 2 y 3 kilos de amerital y explosionó la totalidad de la carga.

800 HUESPEDES

El hotel Doblemar, que cuenta con más de 500 habitaciones, estaba casi completo en el momento de la exploión y el número de huéspedes registrados se aproximaba a los 800.

Las mismas fuentes gubernamentales explicaron que la iniciativa del conserje fue fundamental para evitar que las consecuencias del atentado fueran mayores, ya que impidió a los clientes que utilizaran los ascensores durante el desalojo del edificio.

Algunos empleados del hotel han manifestado que la reacción de los huéspedes ante la explosión ha sido ejemplar y que ninguno de ellos ha mostrado interés por abandonar el establecimieno.

Los clientes fueron reincorporándose a sus habitaciones a lo largo de la mañana después de que los artificieros de la Guardia Civil comprobaran que no había más artefactos en el edificio.

La delegada del Gobierno en Murcia, Concepción Sáez, que estaba de vacaciones, acudió de forma inmediata al lugar, tras serle comunicado el suceso.

Este es el segundo atentado en la zona turística de Murcia en el transcurso del verano. El pasado día 24 de julio un artefacto de escasa potencia explosionó n el hotel Cavanna de La Manga, que produjo sólo daños materiales.

Las acciones se enmarcan dentro de una presunta campaña desatada por ETA para afectar a los intereses turísticos, iniciada en Alicante donde el pasado mes de julio fueron colocados otros nueve artefactos en nombre de la organización terrorista.