La preocupación de las autoridades policiales está centrada en los "skin-heads", insistió el responsable de Interior, pero "yo diría que debería atenderse a otros grupos, como el mundo rap, los squatters y sobre todo el mund punky".

El responsable de Interior alertó también ante algunas tribus inquietantes que están surgiendo ahora, de las que puso como ejemplo el fenómeno "grunge", en el que se encuadran grupos de adolescentes de entre 12 y 15 años, que viven en núcleos urbanos, no acuden a la escuela y pertenecen a familias rotas, en las que la madre, que es quien los tiene a su cargo.

Estas pandillas generalmente son de dos o tres amigos, tienen un carácter violento y, en cuanto a su forma de vestir, suelen lleva dos prendas básicas: las zapatillas deportivas y la gorra vuelta hacia atrás.

Antón precisó que las tribus juveniles urbanas no constituyen en España un problema alarmante de nivel similar al de otros países europeos, como Alemania o Francia, en donde, además, son más violentos.

Advirtió que es preciso situar en su justa dimensión estos fenómenos, sin dejarse llevar por la resonancia que tienen en la prensa, ya que "la realidad de la alarma producida por las tribus juveniles no es tal como en cirtos medios de comunicación se dice".

El responsable de Interior dijo que el 97 por ciento de la juventud española es sana, solo hay un 3 por ciento que, por circunstancias económicas y sociales, están en la marginación, en sectas destructivas o en la drogodependencia.

"Estoy en contra de la teoría del etiquetado, nosotros no podemos etiquetar porque inmediatamente reforzamos el comportamiento contrario", explicó el responsable de Interior.