El matrimonio detenido ocupaba una vivienda social, destiada a personas sin recursos económicos, en la barriada marbellí de Las Albarizas, siendo esta pareja calificada como "familia necesitada" por las distintas administraciones.

La detención se produjo después de que la Policía comprobara al continuo flujo de drogodependientes por la citada vivienda, por lo que se montó el oportuno servicio para desmantelar el presunto punto de venta de drogas.

En el interior de la casa, los funcionarios policiales se incautaron de 1200 dosis de cocaína, así como disintos útiles para cortar dicha droga, en los que se hallaron restos de heroína. También fueron descubiertas numerosas joyas, presuntamente procedentes de robo.

El hecho más curioso que pudo constatar la Policía fue que dicho matrimonio contaba con una empleada de hogar, la que se ocupaba de todas las tareas domésticas, mientras que sus "jefes" procedían a la venta de la droga.

Se da la circunstancia que a ninguno de los dos detenidos se le conoce profesión u oficio lícito, y que en sus cuentas corientes se han observado importante movimientos de capitales, a pesar de residir en una vivienda destinada a pobres.