Asimismo, la sociedad se ha dirigido al Obispado de Osma-Soria para que desautorice esta celebración, que se realiza en honor de cuatro santos mártires. Ni el Gobierno Civil ni el Obispado han respondido hasta el moento.

El "toro júbilo", que forma parte de las fiestas patronales, consiste en atar al animal a un poste, colocándole antorchas encendidas en una cornamenta postiza. Un joven corta la cuerda y los demás participantes incitan al toro para que embista.

En su comunicado, la sociedad protectora de animales considera que "la llamada fiesta del 'toro de fuego' no es más que una muestra de cerrilismo, impropia de los tiempos actuales, y de negación del derecho de los animales a no ser torturados".

sta organización considera que el festejo produce al animal un auténtico suplicio y asegura que, en contra de lo que dicen los vecinos, "el fuego y los desprendimientos de alquitrán a altas temperaturas provocan dolorosas lesiones" y a menudo incluso se le queman los ojos al toro.

Igualmente, la sociedad ha hecho un llamamiento a los colectivos ecologistas sorianos y a los amigos de los animales "para que muestren su repulsa ante esta barbarie disfrazada de tradición".