El BNG entiende que el anuncio hecho el pasado verano por las compañías respecto al cambio de facturación por tamos es una "cláusula abusiva" y debe eliminarse de los contratos.

Por ello, se dirige al Gobierno y solicita que "a través del Ministerio de Industria se promueva la modificaciónde los contratos entre operadores y comsumidores" teniendo en cuenta la lagislación que protege los derechos de los consumidores.

Los nacionalistas gallegos entienden que esta facturación crea un "desequilibrio" entre las prestaciones de las partes y suponen "un redondeo al alza, siempre en perjuicio de los usuarios".

Rodríguez recuerda que los tribunales ya han echado atrás otrás prácticas similares como el cobro por fracciones de tiempo en los aparcamientos porque van en contra de los intereses de los consumidores.

En la actualidad está en tramitación un proyecto de ley de modificación de la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios, que incluirá un listado de cláusulas abusivas que no podrán aplicar en los contratos pero, indica el BNG, con "la normativa actual estas prácticas ya tiene carácter de abusivas".