EL PARTIDO POPULAR CALIFICA DE "CUENTO DE HADAS" AL LAN DE CONVERGENCIA

MADRID
SERVIMEDIA

El Partido Popular no prestará su apoyo al Plan de Convergencia, por entender que es un "cuento de hadas" sin credibililidad, pero tampoco respaldaría una huelga general en el caso de que los sindicatos la convocasen.

Su portavoz parlamentario, Rodrigo Rato, y el responsable de asuntos económicos, Luis Gámir, aseguraron hoy en rueda de prensa que la situación económica de España "va a peor y camina no hacia la convergencia con Europa sino hacia la ivergencia".

Rato expresó la preocupación del PP por el clima de "tensión social" que puede provocar la aprobación del recorte de las prestaciones de paro, especialmente al realizarse por la vía del decreto, que consideró inadecuada para legislar derechos sociales.

A su juicio, con esta medida el Gobierno ataca a los más débiles y pretende cerrar el "agujero" del INEM "haciendo pagar a justos por pecadores" mediante una reducción generalizada del seguro de paro, en lugar de retirárselo a quienes acen fraude.

Rato hizo un llamamiento a los interlocutores sociales para que canalicen su descontento político a través del Parlamento, al tiempo que invitó a Felipe González a explicar personalmente las razones del recorte en el seguro del paro.

El portavoz popular, tras afirmar que González tiene la "obligación moral ineludible" de dar esas explicaciones, expresó su confianza en que no se produzca un nuevo paro general. A su entender, una huelga general siempre es una "huelga política" y, en ese caso, no respondería "al interés de la generalidad de la ciudadanía".

FALTA MEDIO BILLON

Por otra parte, el responsable de asuntos económicos del PP, Luis Gámir, afirmó que el cuadro macreconómico del Plan de Convergencia es "poco serio" en sus previsiones de inflación, déficit público e inversión, entre otras magnitudes.

A su juicio, el Gobierno está engañando a los españoles sobre la magnitud del déficit público que, según el PP, no es del 4,45 por ciento del PIB, sino al menos un punto suprior, lo que equivale a medio billón de pesetas adicionales.

Ese medio billón corresponde, según Gámir, a "agujeros" no computados en Sanidad, el INEM, la deuda del Estado con las constructoras y la sustitución de las subvenciones a las empresas públicas por endeudamiento no contabilizado en los Presupuestos.

Para Gámir, la política económica del Gobierno se ha convertido en "la única imposible" de mantener, por lo que calificó de "triángulo maldito": una política presupuestaria expansiva, que obiga a aplicar una política monetaria restrictiva para frenar la inflación, lo que impide la bajada de los tipos de interés y la reactivación de la economía.

El PP propone como alternativa la privatización de empresas públicas; la reducción del gasto público corriente, mediante la congelación global de plantillas y la disminución de altos cargos y organismos; y la introducción de agentes privados para gestionar parte de la Sanidad y de los servicios del INEM, entre otras medidas.

Por su parte, Cela Villalobos, responsable del PP en el área laboral, señaló que tanto el decreto de reducción de la prestación de paro como la ley de huelga no contribuyen al diálogo social y se preguntó si el Gobierno no estará buscando el enfrentamiento.

En su opinión, el recorte del seguro de paro evidencia la crisis del INEM y su incapacidad para encontrar empleo a los parados. A este respecto, recordó que los servicios del INEM sólo realizan el 9,5 por ciento de las colocaciones registradas el año pasado, ya queel resto fueron gestionadas por las propias empresas.

(SERVIMEDIA)
06 Abr 1992
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