PAIS VASCO. EL GOBIERNO TIENDE LA MANO A CIU PARA QUE FIRME EL PACTO Y LE PIDE QUE SE DEJE DE "SENTIMENTALISMOS" CON EL PV

MADRID
SERVIMEDIA

El Gobierno tendió hoy la mano a CiU para que reconsidere su negativa a firmar el pacto PP/PSOE contra el terrorismo y se deje de "sentimentalismos históricos" con el actual PNV soberanista.

Lejos del tono y el mensaje duros que el Ejecutivo emplea habitualmente contra los nacionalistas vascos, el ministro portavoz, Pío Cabanillas, se ha prodigado en elogios hacia la contribución democrática de la coalición catalana, para acercar posturas.

Al Ejecutivo le sorpende el riesgo de imagen que ha decidido correr CiU ante el electorado, arropando con su actitud a la actual dirección del PNV, máxime cuando ETA mata de forma preferente en Cataluña.

Según fuentes de la coalición catalana consultadas por Servimedia, su estrategia tiene poco que ver con sentimentalismos y se explica por el temor a ser "los siguientes" en la diana antinacionalista que, creen, se está imponiendo desde hace meses en el debate político.

Durante la rueda de prensa posterior al Consejode Ministros, Cabanillas ha insistido en que, por encima de "tradiciones nacionalistas", los convergentes deben darse cuenta de que no pueden rehuir el pacto.

Si existe un "diagnóstico común" sobre "principios comunes", y si el rechazo a pagar precio político a ETA es compartido por todos, argumentó Cabanillas, nada hay en el acuerdo que pueda suscitar rechazo en CiU.

Por eso, el Gobierno piensa que se sumará más pronto que tarde pero no cree que pueda arrastrar al PNV porque "el problema", a juiio de Cabanillas, no es lo que haga CiU, ni siquiera el PNV como partido, sino sus actuales dirigentes.

Dicho esto, el ministro se ha dedicado a responder punto por punto a las críticas de estos al pacto durante esta semana. Sobre la exclusión, ha dicho que "es difícil acusar a un pacto de excluyente cuando todos recordamos términos como `alemanes en Mallorca`", en alusión al trato que Arzalluz quiere para los emigrantes que residen en Euskadi.

Respecto al supuesto carácter antidemocrático, el Goierno replica que nada hay tan antidemocrático como "pactar con ETA".

Y sobre el electoralismo, Cabanillas ha recordado que "el único acto de gobierno" de Juan José Ibarretxe fue reformar la Ley Electoral para rebajar del 5 al 3% el mínimo de votos necesario para lograr un escaño en el Parlamento Vasco. Esa rebaja beneficia objetivamente a las minorías (IU y Unidad Alavesa lo apoyaron) y perjudica a un PP en ascenso. "Una nueva demostración de lo que podríamos llamar apego al poder", ironizó el portavz.

"No entiendo yo cómo el 80% de los españoles (que suman PP y PSOE) podemos ser calificados de sectarios", continuó. "También lo califican de inmovilista aquellos que, tras dos mociones de censura perdidas, trasladan su despacho a la calle en claro desprecio a las instituciones que deben representar".

El Gobierno está "especialmente satisfecho" del acuerdo y sus principios, "en la esperanza de que todos lo que sentimos así, en primer lugar CiU, estén con nosotros". A día de hoy, aclaró Cabanills, el Gobierno "no se plantea" llevar el acuerdo al Parlamento para su debate.

Por otro lado, el ministro portavoz no ha querido valorar el Euskobarómetro de la Universidad del País Vasco, que pronostica un empate a 22 diputados entre PNV y PP, porque los ciudadanos vascos no son libres para opinar y los sondeos se distorsionan. "A lo sumo", ha matizado, se pueden valorar tendencias.

Lo que sí es destacable, en su opinión, es un dato de un Euskobarómetro anterior; que el Pueblo vasco "tiene miedoa decir lo que piensa"; y uno de éste, que el 71% de los ciudadanos cree que el Gobierno de Ibarretxe no combate convenientemente a violencia callejera.

"Podríamos decir que es una sociedad que está harta de su desgobierno. Ese es el dato que a mí me parece fundamental", manifestó el ministro portavoz.

(SERVIMEDIA)
15 Dic 2000
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