El módulo consta de tres habitaciones dotadas de mayores medidas de seguridad que las que existan anteriormente y con capacidad para atender a un total de ocho reclusos. En un anexo se ha instalado una zona de control desde dondela Policía vigilará lo que ocurre, a través de un cicuito cerrado de televisión.

La subdirectora mdica del Hospital Miguel Servet ha explicado que "los policías acompañarán, por supuesto, al personal siempre que entren a ver a estos pacientes". De esta manera se evita la presencia de efectivos policiales en el resto del edificio.

En el interior de las tres habitaciones destinadas a enfermos que cumplen condena se han suprimido todos los elementos que pudieran ser utilizados como armas. Las puerta se han cambiado por otras más resistentes y seguras, que exclusivamente abren hacia afuera, y las ventanas cuentan con barrotes para evitar que los presos puedan huir descolgándose con sábanas anudadas como ha ocurrido en otras ocasiones.

A este respecto, la doctora Maza asegura que "antes, realmente, no había ninguna medida de seguridad en las habitaciones y además estaban ocupando muchas habitaciones puesto que no pueden estar solos".

Con la construcción del nuevo módulo para presos "ocuparemo menos habitaciones y la imagen de la Policía circulando con las armas por todas las plantas que a los pacientes, y sobre todo a las visitas de los pacientes, les daba una imagen mala, va a desaparecer".

En el Hospital Miguel Servet se atiende una media de dos a tres reclusos diariamente.