MIGUEL SEBASTIÁN MANTIENE UN DURO ENFRENTAMIENTO DIALÉCTICO CON UN SENADOR DEL PP POR LA UTILIDAD DE LA OFICINA ECONÓMICA
- El PP le acusa de ser una oficina de "influencia" y no de asesoramiento, y Sebastián le reclama respeto
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Miguel Sebastián y el portavoz de Economía del PP en el Senado, Javier Sánchez-Simón, mantuvieron hoy un duro enfrentamiento dialéctico acerca de la utilidad de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno.
El senador del PP apuntó que ve "cosas preocupantes" en la oficina que dirige Sebastián y denunció una "falta absoluta de transparencia en el funcionamiento" de la misma.
Reclamó a Sebastián que ofrezca información "para que los españoles sepan exactamente que la oficina camina hacia los intereses del Estado", un camino que pasa, también, por dar "información a las Cámaras".
Sánchez-Simón denunció "oscurantismos", "falta de transparencia" y acusó a Miguel Sebastián de "no cumplir con los requerimientos" del Senado, donde el director de la Oficina Económica estuvo citado en una ocasión anterior pero no acudió.
El senador del PP ligó al director de la Oficina Económica con el intento de Sacyr-Vallehermoso de hacerse con el control de BBVA; la OPA de Gas Natural sobre Endesa, y la defensa de los intereses de Repsol YPF en Bolivia.
En política fiscal, aseguró que los planteamientos de Sebastián difieren de los del vicepresidente económico, Pedro Solbes, "y no se sabe quién manda".
Sánchez-Silva apuntó que la Oficina Económica parece más un órgano de "influencia" que de "asesoramiento" del presidente del Gobierno, y le advirtió que no querría que se convirtiese en algo similar a lo protagonizado por Juan Guerra durante la etapa de su hermano Alfonso como vicepresidente del Gobierno de Felipe González.
DURA RÉPLICA
La contestación de Sebastián a los ataques de Sánchez- Silva fue dura y el director de la Oficina Económica se mostró visiblemente molesto e incluso pidió permiso al presidente de la Comisión, Carles Gasoliba, de CiU, para contestar a una cuestión que no era objeto de su comparecencia.
"Me gusta recibir el respeto a cambio del respeto que yo doy", arrancó Sebastián, "y a lo mejor hoy no ha ocurrido esto", añadió, tras calificar de "incorrecta" la idea de Sánchez-Silva de que la Oficina Económica es "enigmática y oscura".
Recordó que órganos similares existen en Estados Unidos y Francia, por lo que le reclamó que fuera "prudente en las críticas" por si, cuando el PP vuelva a La Moncloa, decida mantener este órgano.
Sebastián quiso salir al paso de las "leyendas", "chismorreos", "dimes y diretes" y "confidenciales" que hablan de la dimensión del órgano que dirige.
Incidió en que está conformado por dos direcciones generales, las mismas que tuvo el último Gobierno de José María Aznar en La Moncloa sobre estos asuntos, una de Política Económica y otra de Sociedad del Bienestar, ahora englobadas en la Oficina Económica que Sebastián dirige.
Añadió que el anterior director general de Política Económica de La Moncloa con José María Aznar también acompañaba al presidente del Gobierno en los viajes internacionales. "Lo ví en las Azores", dijo Sebastián, en referencia al encuentro en el que George W. Bush, Tony Blair y Aznar decidieron lanzar el ataque sobre Iraq.
Sobre el hecho de que tenga rango de secretario de Estado, recordó que José Barea también lo tuvo durante su etapa de director de la Oficina Presupuestaria de Aznar. "Son estructuras que han existido siempre en torno al presidente", sentenció.
Defendió el papel de "asesoramiento" y "coordinación" que se hace desde la Oficina Económica. Por ejemplo, en materia de I+D+i se han celebrado "reuniones semanales" los dos últimos años "porque no queremos que nos pase lo que a ustedes (al PP) en ocho años".
Además, apuntó que los problemas de las empresas españolas en el exterior son un asunto "de Estado, e incumben al presidente del Gobierno. "Así ha sido en el pasado y lo será en el futuro", concluyó.
(SERVIMEDIA)
25 Mayo 2006
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