Narbona explicó, antes de presidir la reunión del Consejo Asesor de Medio Ambiente, que el citado decreto permite que haya un cambio en las prioridades del uso del agua, así como la utilización de distintas fuentes hídricas, reajustando sus finalidades, lo que puede suponer prohiciones o restricciones del uso del agua.

A renglón seguido, la titular de Medio Ambiente subrayó que "a diferencia de otros decretos de sequía de épocas anteriores, éste establece claramente un régimen sancionador que permitirá que desde las confederaciones tengamos más capacidad de combatir comportamientos contrarios a las decisiones que se tomen".

Asimismo, comentó que el decreto de sequía "hace mucho más precisas las competencias de los presidentes de las confederaciones hidrográficas que en anteriores decretos de sequía".

En este sentido, Narbona indicó que habrá un mayor control social y "transparencia" de las decisiones de las confederaciones hidrográficas con la incorporación a sus juntas de gobierno de representantes de organizaciones ecologistas, de los municipios afectados y de los interese económicos y sociales de cada zona.