El futbolista fue detenido el pasado jueves cuando conducía con su Porsche a gran velocidad por las calles de la capital andaluza. El astro argentino no hizo caso ni a las sirenas ni a las indicaciones que realizaron los agentes de un coche-patrulla de la policía, que le persiguieron por las calles de Sevilla al observar que se haía saltado varios semáforos y que circulaba a una velocidad muy superior a la permitida.

Cuando fue interceptado, Diego Armando Maradona se dirigía a realizar una sesión de entrenamiento con el Sevilla, a una velocidad que rondaba los 150 kilómetros por hora, según la versión de la policía.

Maradona fue detenido y conducido a una comisaría de policía, donde prestó declaración y se le abrieron las pertinentes diligencias. El futbolista no llevaba en el momento de su arresto los papeles de su Porsce, por lo que puede ser sancionado con una fuerte multa y con la retirada del carné de conducir.

Maradona manifestó hoy a su salida de los juzgados sevillanos que "la policía dice que yo me salté cuatro semáforos, y eso es mentira, porque yo no me los pasé. Lo único que le he dicho al juez es que cuando yo me doy cuenta de que los policías me estaban siguiendo es cuando se ponen justo delante mía".

"Cuando se pusieron delante mía", agregó, "yo estaba parado en un semáforo, por lo que si me pasé catro semáforos también me pude haber pasado cinco".

Durante su comparecencia ante el magistrado, el deportista argentino fue asistido por el abogado José María Del Nido, vicepresidente del Sevilla, que mostró su confianza en que el caso sea archivado.