MAKRO PLANTEA UN EXPEDIENTE DE REGULACION PARA 280 TRABAJADORES Y LOS SIDICATOS ANUNCIAN MOVILIZACIONES

MADRID
SERVIMEDIA

La empresa de distribución Makro ha planteado a los sindicatos en la negociación del convenio colectivo para 1993 un expediente de regulación de empleo de 282 trabajadores y la reducción de los sueldos de otros 800, dentro de una reestructuración general de la gestión de la sociedad.

Según afirmaron hoy los secretarios de Acción Sindical de las Federaciones de Comercio de UGT y CCOO, Agustín Benavent y Domingo Alonso, los sindicatos ha rechazado esa propuesta y llevarán a cabo acciones de protesta en este mes, que de no tener respuesta concluirían en una huelga los días 1 y 2 de octubre.

La empresa basa su reestructuración en un estudio encargado a la consultora McKinsey, que sugiere además varios meses de estudio de la estrategia empresarial de la empresa y hacer una experiencia piloto en los centros de Badalona y Málaga -de los 13 que ostenta en España- para reforzar la venta a mayoristas.

En las reuniones para el convenio clectivo, que quedaron interrumpidas en el tercer encuentro el 31 de marzo, Makro planteó que a los 282 trabajadores afectados por la regulación se les diera una indemnización de 20 días por hora trabajado y volver a contratarlos con sueldos de mercado.

Makro cree que su principal problema es que unos 800 trabajadores, de los 2.000 contratados en España, tienen un sueldo superior en un 30 por ciento al resto de empresas de distribución.

Por su parte, los sindicalistas afirmaron que ya en el conveno del año pasado se tuvo en cuenta esta circunstancia, y que se podría negociar ahora menores aumentos para los contratos más antiguos. Sin embargo, denunciaron que los incentivos de los mandos intermedios y directivos -unos 500- se han mantenido y ampliado este año.

Domingo Alonso, de CCOO, y Agustín Benavent, de UGT, insitieron que el expediente de regulación sería inviable ante las autoridades de Trabajo, porque la empresa tuvo unos beneficios de 430 millones, que transformó en pérdidas por una apotación de fondos extraordinarios de 1.025 millones para su reestructuración, y que la facturación creció en 1992 en un 10 por ciento.

También denunciaron la "errática" evolución de Makro, de la que acusaron al consejero delegado, Jacobus Voight, por lo que explicarán su versión a la matriz holandesa, el holding SHV, y pedirán el apoyo de los sindicatos europeos. A finales de este mes tienen previsto una concentración de delegados frente a las oficinas donde está la dirección en España.

A su juici, las dificultades de Makro están en su "indefinición como producto", ya que apuesta por el mercado mayorista y a la vez pretende competir con los hipermercados. "Todas las empresas que dan bandazos tienen dificultades", añadió Domingo Alonso.

(SERVIMEDIA)
11 Jun 1993
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