LOS MADRILEÑOS SON CADA VEZ MAS INSOLIDARIOS CON LOS INMIGRANTES Y TIENEN MIEDO A PERDER LA PUREZA RACIAL
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Los madrileños han olviddo el pasado emigrante de la sociedad española y, ante el aumento de extranjeros "pobres" en su comunidad, experimentan fobias contra ellos, son insolidarios y tienen miedo a perder la pureza racial, según revela el informe sociológico "Racismo en la Comunidad de Madrid", presentado hoy por la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE).
Se trata de un estudio cualitativo que su autor, Oscar López, ha elaborado con las opiniones de 12 grupos constituidos por pensionistas, niños, adultos y minorís étnicas, acerca de los fenómenos migratorios y de integración social.
Los resultados, que no son extrapolables a la situación de otras comunidades españoles, no pueden ser más pesimistas:los madrileños identifican a los extranjeros pobres (gitanos, africanos, árabes ...) con la marginación y la delincuencia, mientras los anglosajones y europeos constituyen un modelo a seguir.
El desprecio y la insolidaridad hacia los inmigrantes se ha acentuado en la sociedad madrileña a partir de la entrada n vigor de la Ley de Extranjería de 1985, subraya el informe.
Destaca también el rechazo a los matrimonios mixtos o interétnicos, especialmente con los gitanos, por temor a perder la pureza racial, así como mantener vínculos de vecindad con grupos extranjeros, aunque en menor medida cuando se trata de un sólo individuo, pareja o familia estable.
Además, los habitantes de Madrid piensan que un aumento de la minoría étnica en nuestro país, no sólo conduce a la pérdida de puestos de trabajos, a pesa de que la gran parte de los inmigrantes "pobres" no tienen formación cualificada, también a la pérdida de parcelas de poder.
LOS MAS RECHAZADOS
Los gitanos son el colectivo social más rechazado por los madrileños, quienes los califican de "sucios, marranos, machistas, 'camellos', maleantes, mentirosos, irracionales y analfabetos", mientras sólo encuentran de positivo en ellos que sean "alegres, folklóricos, unidos y respetuosos con sus mayores".
Por su parte, los gitanos opinan que carecen de na formación profesional, sufren el rechazo de compañeros y empresarios cuando son asalariados y reconocen que la automarginación es un elemento que a veces se da dentro de su propia etnia.
Así mismo, el informe destaca el conflicto intergeneracional en el que se debate la comunidad gitana, entre los que defienden la tradición frente a los más integrados en la modernidad.
Valores ideológicos y religiosos explican el rechazo de los madrileños a la comunidad árabe, que provoca las actitudes más agrsivas contra los extrajeros y que despierta un supuesto "miedo al moro".
Los árabes son calificados de "elitistas, resentidos, falsos, traicioneros, violadores, negociantes, peligrosos..." y sólo son "agradecidos, ritualistas y hospitalarios".
A los africanos les discriminan por una cuestión física: la del color de su piel; sin embargo, no les temen porque "son una etnia considerada como inferior que despierta en la sociedad madrileña una falsa afectividad y compasión", dice el estudio.
Les laman "pobres, muertos de hambre, incultos, primitivos, tontos, serviles, automarginados, feos, vendedores de droga", mientras que, por el contrario, sus cualidades son las de"físicamente más fuertes, potentes sexualmente, con ritmo y deportistas".
Respecto a los latinoamericanos, son el grupo que despiertan la mala conciencia de los madrileños, por los lazos históricos que España mantiene con sus países de origen y, sobre todo, por haber sido un continente de recepción de emigración española.
on "cursis, afectados, plastas, liantes, aprovechados, ladrones, vagos" y los adjeticos empleados para definir sus cualidades son "cultos, creativos, tolerantes, dulces, afables y generosos".
Por último, la sociedad madrileña observa al grupo de filipinos o asiáticos con cierta indiferencia, ya que no son relevantes y apenas conflictivos, pero aunque creen que son "educados, felices, prudentes, trabajadores y listos", no dudan en denominarles por "desconfiados, raros, estúpidos, serviles y copiones". Este análisis sociológico concluye con unas propuestas referidas a una acción política del Estado más intensa que evite los brotes del racismo, así como la superación de la Ley de Extranjería de 1985, que a juicio del presidente de la APDHE, José Antonio Gimbernat, ha propiciado un incremento de los brotes de xenofobia y racismo en nuestro país.
Tanto Gimbernat como el autor del estudio, Oscar López, subrayaron la "incoherencia" moral que practica el Gobierno español al defender una política repreiva de la inmigración y publicitar, por el contrario, campañas contra el racismo y la xenofobia.
(SERVIMEDIA)
30 Jul 1991
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