La amplia superficie afectada por este siniestro, entre la que se incluía un gran número de cotos de caza, motivó la aprobación de este plan, cuya conclusión ha sido publicada hoy en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).

El plan respondió a la necesidad de ejecutar una ordenación de los recursos cinegéticos que quedase supeditada a la recuperación de los hábitats afectados.

Esa planificación, llevada a cabo por la Administración ambiental y articulada en torno al Plan Integrado de Caza de 6 de abril de 2005 (BOJA 84 de 3 de mayo), ha conllevado la recuperación ecológica de la zona. A su vez, esto ha determinado el cese de las medidas excepcionales contenidas en el Plan Integrado, cuya vigencia inicial se había calculado hasta el año 2009.

En función de las necesidades de regeneración vegetal, las medidas relacionadas con las especies cinegéticas han incluido un estricto control de los recursos y el desarrollo de trabajos como la construcción y adecuación de pequeñas charcas y bebederos, construcción de majanos para los conejos y actuaciones para la mejora higiénico-sanitaria de las especies cinegéticas (haciendo especial hincapié en la prevención de enfermedades, epizootias o zoonosis).

Así mismo, se ha procedido a la repoblación de especies de caza menor en aquellos terrenos cuyo estado así lo recomendase, la implantación controlada de especies herbáceas para la alimentación de la fauna, así como el cese total de la actividad cinegética en aquellas zonas más afectadas.