El aún marido de la infanta Cristina no contaba con obtener la libertad condicional hasta el próximo mes de mayo, dado que ésta medida no suele aplicarse hasta que el penado cumple las tres cuartas partes de su condena, pero las autoridades judiciales han tomado ya la decisión después de que la junta de tratamiento de la prisión alavesa acreditara su buen comportamiento y su satisfactoria adaptación a la vida en libertad.

Urdangarin fue condenado a cinco años y 10 meses de cárcel por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias en el ‘caso Nóos’. Desde el pasado mes de junio el exjugador de balonmano ya no tenía que acudir a dormir a la prisión de Álava cuatro de las siete noches de la semana.

El cuñado del Rey ingresó el pasado mes de marzo de 2021 en la prisión provincial de Álava, procedente de la cárcel de mujeres de Breva (Ávila) donde cumplió el grueso de su condena. Ya en el País Vasco, se instaló en la casa familiar y comenzó a trabajar en el despacho de abogados Imaz&Asociados de Vitoria, al tiempo que cumplía con los programas de rehabilitación por delitos económicos.

Ahora está sobre la mesa el rumbo que dará a su vida Urdangarin, que hace pocas semanas anunció la “interrupción” de su matrimonio con la infanta Cristina, tras publicarse unas fotografías en las que se le veía paseando de la mano con su compañera de trabajo Ainhoa Armentia.