Ambos etarras fueron trasladados a Madrid para notificarles su procesamientopor atentar contra un policía en Amorebieta (Vizcaya) en diciembre de 1990.

Arantxa Zulueta, uno de los abogados que defiende habitualmente a los presos etarras, que mantienen un plante por los obstáculos que encuentran para contactar con los reclusos, explicó que los dos presos reclamaron la presencia de su letrado habitual y al comunicarles su incomparecencia rechazaron la asistencia del turno de oficio.

Sin embargo, el juez obligó a los detenidos a permanecer en la sala y procedió a notificarls el procesamiento en presencia de un abogado de oficio.

"Manu" y "Javi de Usansolo" se negaron a firmar el auto y someterse a la prueba indagatoria para dar su conformidad al procesamiento. Según la letrada, los dos presos comunicaron al abogado su intención de denunciarle por prestarse al acto.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional acordó a principios de octubre reclamar la imposición de abogados de oficio a los presos etarras, para evitar que se vulnere su derecho constitucional a contar con asstencia letrada, ya que estiman que las razones esgrimidas por los abogados que mantienen el plante son injustificadas.