Según informó hoy la compañía, Iberdrola llegó a un principio de acuerdo con Aguas Andinas a finales del pasado mes de marzo.

Con esta venta, la empresa se ha desprendido definitivamente de todas las participaciones que tenía en el negocio del agua.

La venta se ha hecho efectiva una vez culminada la Oferta Pública de Acciones (OPA) lanzada por la mencionada filial de Aguas de Barcelona por el 100% de ESSAL a raíz del acuerdo alcanzado con Iberdrola.

La transacción de este paquete accionarial de ESSAL, cuyo beneficio neto el pasado ejercicio ascendió a 9,3 millones €, se ha efectuado a un ratio Enterprise value/Ebitda superior a 11, en línea con el de las últimas operaciones llevadas a cabo en el sector sanitario chileno.

La eléctrica vasca entró en el capital de ESSAL en 1999, tras adquirir una participación del 51 por ciento a la Corporación de Fomento, dependiente del Ministerio de Industria chileno. ESSAL cuenta a día de hoy con 173.000 clientes y 328 empleados, y presta sus servicios a 33 localidades de las regiones Décima y Décimo Cuarta.

Iberdrola enmarca esta operación dentro de su Plan Estratégico 2008-2010, que contempla desinversiones por más de 3.000 millones de euros por la venta de diversas participaciones en negocios considerados no básicos.