LOS HOSPITALES DE ZARAGOZA NO TIENEN HABITACIONES PARA PRESOS
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Los hospitales de Zaragoza no disponen de habitaciones específicas para la atención a presos, desde que hace casi un año la Diputación decidiera cerrar la unidad de vigilados del Hospital Provincial, según fuentes sanitarias.
Estas dependencias, situadas en la segunda planta del centro, tenían capacidad para ocho reclusos y estaban dotadas de medidas especiales de seguridad, como doble reja en la ventana y puertas blindadas, que garantizaron incluso la estancia de los miembros de los GRAPO durante la huelga de hambre que mantuvieron en 1990.
La falta de un hospital penitenciario en la capital aragonesa ha obligado a los responsables de las cárceles a trasladar a los presos a centros hospitalarios civiles.
En la mayora de los casos, cuando hay camas sobrantes, los reclusos son ubicados en las plantas altas de los edificios, especialmente en la zona de psiquiatría, donde las habitaciones disponen de rejas en las ventanas. Si no quedan camas en la planta de psiquiatría, los presos tienen que ser ubicados en cualquier cama o planta del centro sanitario, incluso en la primera.
Responsables de los hospitales civiles se han quejado en ocasiones de las molestias que pueden generar a los enfermos ingresados la presencia d reclusos, por el riesgo que entraña y por la constante presencia policial.
Estas carencias han propiciado ya dos fugas del mismo centro hospitalario de Zaragoza en los últimos cinco meses. En la mayoría de los casos, los reclusos que planean fugarse simulan enfermedades o ingieren objetos para ser trasladados a un hospital, al saber que tienen más fácil la huida.
El último caso se produjo el sábado pasado, cuando huyó José Heredia Vargas, al que la policía y la Guardia Civil buscan intensamente esde que abandonó la habitación 122 del Hospital Miguel Servet, a las 7 de la tarde, descolgándose por la ventana utilizando sábanas anudadas a modo de cuerda.
El interno, de 27 años, cumplía condena en la cárcel de Daroca y había sido trasladado al centro sanitario esa misma mañana por una posible afección de meningitis. Estaba hospitalizado en la planta de infecciosos, a escasos cuatro metros de la calle y vigilado por dos policías que hacían guardia en la puerta.
El 10 de diciembre de 1990, Anonio Maylín García, de 23 años y enfermo de SIDA, utilizó las sábanas de la cama para atarlas al radiador y descolgarse por la ventana del duodécimo piso hasta la sala de limpieza del piso inmediatamente inferior, a donde accedió rompiendo los cristales. Este recluso fue localizado 24 horas después en un bar de la capital aragonesa.
Los 24 centros penitenciarios que el Ministerio de Justicia tiene previsto construir en España para renovar las deficientes instalaciones existentes, incluyen en el capítuo de servicios un hospital con una dotación similar al de un centro de salud comarcal.
La proyectada macrocárcel de Aragón tendrá un hospital de varias plantas de altura, con un total de 74 camas. Se situará en el centro del recinto y será independiente de las restantes dependencias. Además, contará con sofisticadas medidas de seguridad, al igual que el resto de los módulos.
(SERVIMEDIA)
04 Mayo 1992
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