“Si queremos que haya un cambio de gobierno y que Sánchez se vaya, coja una papeleta del Partido Popular y lo habrá. Y si usted coge otra papeleta que también pretenda que Sánchez se vaya [Vox], pues puede ocurrir una carambola y que Sánchez no se vaya, como nos pasó la otra vez por cuatro diputados”, expuso en una entrevista en Telecinco recogida por Servimedia, en la que recordó lo sucedido en las elecciones del 23 de julio de 2023.

En estos momentos, Sánchez asegura en público que la legislatura se alargará hasta 2027, por lo que, en estos momentos, no hay elecciones en el horizonte. Feijóo, sin embargo, considera que, “con independencia de cuándo” se celebren los comicios, el PP necesita construir “un proyecto que ilusione al país” y que le permita dar el salto a la Moncloa cuando se convoquen las urnas.

El objetivo, insistió, es alcanzar los 10 millones de votos. Con esa cifra, Feijóo cree que podrá “gobernar en solitario” y no depender de Vox ni de los partidos independentistas. A estos últimos, además, les avisó de que nos les concederá nada “que vaya contra la Constitución”, por ejemplo, la financiación singular de Cataluña.

Feijóo cree que su partido va por “el buen sendero” a la luz de las últimas encuestas. Y quiere que el Congreso Nacional de su partido, convocado los días 4, 5 y 6 de julio en Madrid, sirva de “punto de inflexión” para lograr “un rearme moral” y “volver a la España de la serenidad, de la política útil y de la de cumplir con la palabra”.

“Es el momento de reiniciar la ilusión política en España”, apuntaló Feijóo, que se ha propuesto entusiasmar a su electorado como le piden el expresidente del Gobierno José María Aznar y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Para ello, el PP renovará su ideario ocho años después, e incluirá un aparatado que defenderá la inmigración “regular” al tiempo que exigirá la repatriación de los irregulares sin un contrato de trabajo o con antecedentes penales.

Por último, rechazó pactar con “el sanchismo” porque tiene “una visión patrimonialista del poder” y está dispuesto de dar “cualquier cosa a cambio” de seguir en la Moncloa. “Mientras siga expropiado por Sánchez, el PSOE ha dejado de ser un partido de Estado”. Del mismo modo, rechazó la posibilidad de presentar una moción de censura sin los apoyos atados porque supondrá una “confirmación” de Sánchez, justo después de “la revolución” emprendida por el PSOE de Extremadura para aforar a su líder, Miguel Ángel Gallardo, en una maniobra que tachó de “fraude electoral”.