Para el sindicato liderado por Javier López, esta línea del suburbano, la única construida y gestionada por un concesionario privado, llevó aparejada una ejecución defectuosa de las obras y claros incumplimientos de las normas de seguridad, lo que supone un grave peligro para los viajeros y los trabajadores del Metro.

En este sentido, CCOO-Madrid ha llevado a la Fiscalía, para que ésta, si lo considera procedente, inicie de oficio una investigación, varios asuntos relativos al proceso de construcción y puesta en servicio de este tramo de la línea 9.

Entre ellos, figuran obras que no son sometidas al mínimo control de calidad, abaratamiento de los costes con repercusiones en la seguridad, ausencia de supervisión efectiva de la Comunidad de Madrid, plazos de finalización de las obras que sólo se pueden complir con precipitación y condiciones económicas que no se hacen públicas.

Para CCOO-Madrid, todo esto pone en evidencia los efectos negativos que conlleva este modelo de construcción y gestión privada de servicios públicos, que también se está aplicando en los nuevos hospitales de la región y en la concesión del Metro a la T4 del Aeropuerto de Madrid-Barajas.

CCOO-Madrid quiere que se aclaren las responsabilidades en las que puedan haber incurrido las empresas constructoras que realizaron las obras, que se determine el alcance de las acciones y omisiones del Gobierno regional y que se hagan públicos los datos económicos de esta concesión y las causas de que todas las deficiencias de las obras fueran subsanadas con cargo a la Comunidad de Madrid.