UN ESTUDIO ESLOVENO ATRIBUYE LOS RONQUIDOS A LA DIFERENCIA ENTRE EL TAMAÑO DE LA BOCA Y EL DE LA GARGANTA
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Un estudio realizado por investigadores eslovenos, que publica la revista médica "Chest" en su número de este mes, achaca los ronquidos a la diferencia entre el tamaño de la boca y el de la garganta. Si la boca es mucho más grande que la garganta, hay más posibilidades de que se produzcan un sonoro ronquido, según informa hoy el diario británico "The Guardian".
Según esta investigación, a mayor diferencia entre el tamaño de la boca y el de la garganta los ronquidos serían más ruidosos, pudiendo incluso alcanzar los 70 decibelios en algunos casos, lo que sería equivalente al sonido que emite un martillo neumático.
En el estudio participaron 40 pacientes que se sometieron a escáneres y cumplimentaron cuestionarios sobre sus hábitos de sueño con la colaboración de sus parejas.
Los participantes fueron divididos en tres grupos: los que no roncaban (14), los que lo hacían de manera moderada (13) y los que emitían sonoros ronquidos (13). Después se realizó un estudio completo de la forma de la cavidad bucal.
Los investigadores observaron que cuanto más grande es la boca y más pequeña es la garganta, mayor es la posibilidad de roncar. Así en los voluntarios que no roncaban, la amplitud de la boca cuadruplicaba la de la garganta, mientras en que los que roncaban moderadamente, casi la quintuplicaba, y los que lo hacían fuertemente la tenían cerca de nueve veces más grande.
De ello concluyeron, que un conducto inspiratorio muy estrecho suele ser un rasgo común de los que roncan. Habitualmente se venía culpando al sobrepeso y a las obstrucciones nasales de este problema, para el que no existe, de momento, un tratamiento eficaz, ya que la cirugía no ha obtenido hasta ahora buenos resultados.
Roncar también puede tener serias repercusiones para la salud. Ello se debe a que las personas que roncan dejan de respirar durante periodos breves, lo que se conoce como apnea del sueño, y esto puede incrementar el riesgo de diabetes, hipertensión, infartos de corazón y cerebrales.
(SERVIMEDIA)
10 Ago 2005
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