El plan, que es una propuesta e acción concertada entre las administraciones central, autonómica y municipal, prevé trasladar la actual estación del Norte, situada en el centro de Valencia, a una nueva ubicación en el barrio de la Fuente de San Luis. De este modo se enterrarán las vías actuales, que parten la ciudad en dos, y se liberarán unas 14 hectáreas de suelo urbanizable.

La siguiente fase consiste en la construcción de una estación subterránea justo debajo de las vías actuales, con el fin de convertirla en eje de la red feroviaria del arco mediterráneo. Estas dos fases tendrán un coste estimado de 30.000 millones de pesetas y su plazo de ejecución previsto es de nueve años.

Por último habrá una tercera fase, con un coste de 20.000 millones, financiada totalmente por el Ministerio de Obras Públicas, que consistirá en comunicar el norte y el sur de Valencia mediante un túnel para un ferrocarril subterráneo que atravesará el centro histórico de la ciudad.

El plan prevé otras actuaciones, como la construcción de un nueo acceso al puerto valenciano o un enlace por tren con Alicante, lo que sumarían 20.000 millones más.

Las tres administraciones volverán a reunirse tras el verano para concretar la creación de una sociedad anónima conjunta que llevará a cabo las obras, que, según las primeras estimaciones, podrían ponerse en marcha en el próximo otoño.