Así lo explicó a Servimedia el tesorero de la Asociación Empresarial de Pastelería Artesana (AEPA), Esteban Fernández, según el cual la crisis no va a afectar al número de roscones que se vendan, sino a su tamaño.

Para incentivar la venta, se mantienen unos precios parecidos a los de Reyes del año pasado: aproximadamente 10 euros/kg, en un roscón industrial, y cerca de 25 euros/kg, en el caso de los roscones artesanales.

Según Fernández, la disminución de los viajes durante estas vacaciones de Navidad ha hecho que aumenten las reuniones familiares y de amigos, que muchas veces se producen en torno a un roscón. De ahí que no se prevea un descenso de ventas.

De todos los roscones que se venden, el 60% están sin rellenar y el 40% van rellenos, normalmente de nata y trufa, aunque también los hay de crema y cabello de ángel.

Los datos relativos a Madrid arrojan una cifra de casi 2,5 millones de roscones para este año, de forma que, como media, cada madrileño consumirá unos 260 gramos de este dulce.

NORMATIVA EUROPEA

Por otra parte, el portavoz de la organización pastelera explicó que el roscón se ha salvado de la normativa comunitaria que impide introducir juguetes u objetos en el interior de los alimentos.

Sólo a tres productos se les ha aplicado esta excepcionalidad: a los huevos "Kinder", a un dulce típico rumano que lleva dentro una moneda y al roscón de Reyes español.

Sin embargo, no se ha librado la anguila de mazapán, típico dulce navideño que hasta ahora llevaba unos ojos de cristal. Este año han tenido que ser sustituidos por ojos de chocolate, según apuntó Esteban Fernández.