Puigcercós expresó el respaldo de ERC a la propuesta de reforma del Estatuto de Andalucía aprobada en el Parlamento autonómico y que hoy se somete al debate de toma en consideración en el Congreso de los Diputados.

Sin embargo, cargó duramente contra el PSOE y, especialmente, contra Rodríguez Zapatero, al que considera responsable de "los recortes" que sufrió la reforma de Cataluña y que, sn su opinión, se impondrán a los demás estatutos.

Puigcercós celebró "el clima de normalidad" en el que se está debatiendo esta reforma, que no ha padecido "amenazas, insultos y presiones", como ocurrió con el de Cataluña, incluida "una recogida de firmas surrealista".

Pese a alegrarse por los andaluces, denunció "el doble rasero" con el que se tratan las iniciativas, cargando a priori con lo que sea o parezca catalán. "El anticatalanismo es la ideología de masas del españolismo", sentenció.

Joan Puigcercós mezcló continuamente la reforma andaluza con la catalana. Criticó que el texto de Cataluña llegara avalado por el noventa por ciento de los catalanes pero se recortara en un sesenta por ciento, y que el andaluz llegue con el 62 por ciento de apoyo autonómico y nadie hable de recortes.

"No digo que deba ser amenazado tijera en mano, pero sí pido respeto democrático a las aspiraciones de las instituciones", dijo Puigcercós, que juzgó "paradójico" que el Gobierno "respete de forma inversa los distintos niveles de consenso institucional".

Puigcercós se mostró convencido de que todo responde a un pacto de Rodríguez Zapatero con los líderes territoriales del PSOE para "dirigir la matriz" de todas las reformas estatutarias, "imponiendo un patrón" de uso generalizado a todas ellas.

En la reunión de Moncloa con Artur Mas, dijo, Rodríguez Zapatero "se limitó a endosarle íntegramente su pacto y él aceptó sin poner ninguna traba, con el afán de volver al Gobierno en Cataluña al precio que fuera", incluso rompiendo el tripartito.

Eso demuestra, en opinión de ERC, que en el PSOE hay muchos más centralistas que de izquierdas, "y el centralismo prefiere un Gobierno de derechas en Cataluña, porque siempre será más dócil que uno de izquierdas".

El fruto de todo ello es "un segundo turno del café para todos, esta vez más endulzado, con sacarina, pero las esencias son las mismas aunque alegradas con pequeñas concesiones". Para acometer las reformas estatutarias, concluyó, el PSOE ha hecho un patrón "y ha instalado una copistería en La Moncloa".