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Las empresas que comercializan cigarrillos electrónicos se postulan como alternativa al tabaco convencional.

MADRID
SERVIMEDIA

Las empresas que comercializan cigarrillos electrónicos sostienen que se ha convertido en una alternativa para quienes buscan abandonar el consumo de tabaco convencional. Dicen que este dispositivo, conocido como vaper, funciona calentando "un líquido especial que al evaporarse permite al usuario inhalar vapor en lugar de humo. Estos líquidos pueden contener diferentes niveles de nicotina o incluso estar completamente libres de ella".

La proliferación de compañías que ofrecen este tipo de producto de forma online, entre ellas Ivapeo, difunden la idea de que el vapeo puede ser la fórmula para dejar el tabaco de forma definitiva. "Esta actividad ofrece una forma menos agresiva de enfrentarse a un proceso tan complejo, sobre todo porque permite mantener ciertos hábitos físicos asociados al acto de fumar, como llevarse algo a la boca o exhalar vapor, sin estar expuesto a los componentes más dañinos del tabaco tradicional", señalan.

Indican que una de las principales razones por la que muchos fumadores no logran dejar el tabaco es "la fuerte dependencia a la nicotina y al gesto ritualizado de fumar" y añaden que "el cigarrillo electrónico responde a ambas necesidades, pero con un impacto mucho menor en la salud. Al permitir ajustar la dosis de nicotina del e-líquido, el usuario puede ir reduciendo la cantidad poco a poco, lo que facilita un proceso de desintoxicación progresivo sin el shock de una abstinencia brusca".

"El vapeo, además, ofrece una experiencia sensorial más agradable que otros métodos como los parches o los chicles de nicotina. La posibilidad de elegir entre múltiples sabores (vainilla, limón, piña, natillas o los propios aromas del tabaco) convierte el proceso en una experiencia personal y motivadora", agregan.

Dicen, además, que no todos los 'vapers' son iguales. "Algunos están diseñados para principiantes y otros para usuarios más experimentados. Preguntar en tiendas especializadas online para encontrar un modelo que se adapte a las necesidades y el estilo de vida de cada uno es un buen inicio. Por otro lado, resulta importante que el usuario empiece con una concentración de nicotina que cubra sus necesidades actuales como fumador. Si se adentra en el vapeo con un nivel demasiado bajo, podría sentir ansiedad o recaer. Una vez estabilizado, puedes ir reduciendo el nivel paulatinamente".

"La fijación de metas a corto plazo también puede ayudar a mantener la motivación. Un buen sistema es tratar de reducir la nicotina de forma paulatina, un poco menos cada mes. Establecer unos hábitos, como consumir en determinados momentos del día y no salir de esta rutina, es otro complemento para conseguir el objetivo. Se suma iniciativas propuestas en el prestigioso centro especializado Clínica Mayo, como la realización de actividad física o la búsqueda de técnicas de relajación", añaden.

Sostienen que "el cigarrillo tradicional libera miles de compuestos químicos al ser quemado, entre ellos el alquitrán y el monóxido de carbono, que son altamente perjudiciales para la salud. El vapor que se produce en los dispositivos electrónicos, en cambio, no contiene muchas de esas sustancias dañinas. Hay expertos que indican que el vapeo puede ser hasta un 95% menos dañino que los cigarros convencionales. Otro de los factores más relevantes del vapeo como herramienta para dejar de fumar es su capacidad para dosificar la nicotina. Se puede empezar con líquidos que contengan una concentración similar a la que se consume habitualmente, e ir disminuyendo con el tiempo. Ello permite alcanzar el objetivo de forma progresiva, de manera que los posibles síntomas de abstinencia no son tan agudos".

Afirman que "las personas que sustituyen el cigarro por el vapeo suelen notar mejoras físicas desde las primeras semanas: se recuperan los sentidos del olfato y el gusto, disminuye la tos, mejora la respiración y aumenta la energía. A largo plazo, también se reducen los riesgos de enfermedades graves como el cáncer de pulmón, los problemas cardíacos o la EPOC. Vapear suele representar un gasto inicial más alto por la compra del dispositivo, pero el mantenimiento es considerablemente más barato que comprar cajetillas todos los días. A medio plazo resulta mucho más rentable. Además, al no generar colillas ni otros residuos contaminantes, resulta un sistema mucho más sostenible".

Y concluyen asegurando que, "aunque el vapeo no está completamente libre de riesgos, representa una alternativa significativamente menos dañina que fumar tabaco, a lo que se suman las mejores económicas y en materia de sostenibilidad. Utilizado de forma consciente, puede convertirse en un gran aliado para dejar de fumar, siempre que se combine con una intención clara de abandonar la adicción y se sigan buenas prácticas de uso".

(SERVIMEDIA)
30 Abr 2025
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