Según su relato, los monitores de la secta le decían que si sus padres le prohibían ir con ellos, estarían impidiendoles el acceso al planeta Nazar, ese mundo justo e igualitario al que sólo unos pocos, los que practicaban relaciones homosexuales en el grupo, tenían acceso. En ese supuesto, alguno de los monitores iba a hablar con los padres y si no conseguían su propósito, entonces, el muchacho podría llegar a matar a sus progenitores; un desenlace que no estaría mal visto en el grupo.

"Todo el proceso de Edelweiss te hacía separarte de la familia; era un desequilibrio constante", explicó otro de los testigos, R.F.R., cuyos padres recibieron varias veces la visita de Juan Iriarte y José Garrido, dos de los procesados, para convencerles de que las acampadas del grupo eran muy instructivas" y servian para contactar con la naturaleza.

M.A.V dijo haber mantenido relaciones con Eduardo González Arenas "Eddy", el cabecilla de Edelweiss. "Al principio, intentó abusar de mi pero no le deje porque creí que pensaba que era una iniciativa suya", manifestó. "Luego, me explicaron que era algo normal dentro del grupo, y hasta que no cedi me mantuvieron apartado".

Por su parte, F.R.F testificó que sólo sufrió un intento de penetración anal por parte de Carlos de los Ríos, ientras que L.M.P. declaró haber practicado tocamientos y masturbaciones con "Eddy" cuando tenía 12 años, y H.B.S., que mantuvó relaciones sexuales con el mismo González Arenas, con Ignacio de Miguel y Javier Bueno Huertas.

Al igual que otros testigos en jornadas anteriores, los cuatro jóvenes señalaron que fueron instruidos en prácticas militares, que entregaban todo el dinero que podían para el grupo y que existía un jerarquía evidente, en la que el más alto nivel estaba ocupado por González Arenas,seguido por Carlos de los Ríos e Ignacio de Miguel.

Esta tarde continuará la sesión con la declaración de dos nuevos testigos que también fueron miembros del grupo Edelweiss.