EL DUQUE DE FERIA PAGABA 7.000 PESETAS AL DIA A UNA PROSTITUTA PARA CONTACTAR CON CHICAS JOVENES, SEGUN UNA PROCESADA

- Se masturbaba mientras las muchachas posaban para él

SEVILLA
SERVIMEDIA

El duque de Feria pagó durante cerca de dos meses 7.000 pesetas diarias a una prostituta, Mercedes Almeida, que convivió con él durante ese tiempo, para facilitarle el contacto con óvenes prostitutas, según declaró hoy esta mujer, que sin embargo negó que Rafael Medina buscara niñas para satisfacer sus apetitos sexuales.

La primera sesión de la vista oral contra el duque de Feria y tres prostitutas se inició hoy en la Audiencia de Sevilla con casi una hora de retraso, debido a la tensión generada por los medios gráficos a raíz de la desorganización que reinó para el acceso a la sala.

El duque, vestido con traje azul marino, burló a los medios de comunicación accediendo al iterior de la sala por los pasillos internos de los despachos y la biblioteca de la Audiencia.

Mercedes Almeida, de 24 años, conocida como 'Raquel' en el club "Payaso", donde trabajaba cuando conoció al duque, convivió durante al menos mes y medio con Rafael Medina, después de quedarse sin residencia y sin ningún otro medio de subsistencia.

Según su declaración, durante ese tiempo no mantuvo relaciones sexuales en sentido estricto con Rafael Medina, pero sí posó desnuda para el duque en las posicines más diversas, se peinó a su gusto y se puso ropa de lencería a su antojo, aunque no le hizo tocarse con ninguna otra mujer ni besarse con ellas.

Almeida reconoció que el duque le pegó, pero que no le escupió, y que le humilló con frases como "tú no sirves ni para hacer de puta". Asimismo, explicó que mientras accedía a sus apetitos sexuales, el duque hacía fotos o se masturbaba.

Mercedes Almeida le sirvió de mediadora para acceder a otras prostitutas más jóvenes, según sus gustos. Según relat hoy, Rafael Medina no quería niñas, "pero sí jovencitas que no tuvieran los pechos caídos".

La mujer cobró por este trabajo una media de 315.000 pesetas al mes, a razón de 7.000 pesetas al día, dinero que gastaba en su totalidad en el consumo de heroína. Asimismo, indicó que el duque era un asiduo al consumo de cocaína.

En su declaración, la inculpada cayó en reiteradas contradicciones con respecto a lo declarado durante el periodo de instrucción. Por ejemplo, negó que el duque le pidiera niñas e entre 15 y 16 años para pintarlas y desnudarlas.

Según su testimonio, la pequeña Ana María estuvo en dos ocasiones en el apartamento del duque, la primera el 24 de febrero y la segunda el 4 de marzo, aunque de ésta última cita no recuerda nada.

Almeida aseguró que el duque le instó a que, en caso de que la policía preguntara, dijera que las fotos de la niña fueron obra suya. No aclaró en cambio si el duque se bañó con la pequeña o hizo las fotos, aunque admitió que la niña estaba mojada y con u albornoz puesto cuando la fue a recoger.

En respuesta al abogado defensor del duque, Francisco Baena Bocanegra, la inculpada, sobre la que podría recaer una pena de 16 años de prisión, calificó de "fraternal" su relación con Rafael Medina e intentó salvaguardar su honor al subrayar su amor por sus hijos, a quienes continuamente regalaba obsequios. Según Baena Bocanegra, el duque está profundamente desmoralizado después de su separación de la ex modelo Nati Abascal.

La inculpada dijo que llegó a ensar que el duque de Feria quería ayudarla en su rehabilitación para dejar la heroína, aunque "ahora no sé qué pensar", afirmó.

Por último, dijo que es totalmente falso que diera dinero a la joven Sandra Alvarez para que llevara a la pequeña Ana María a su apartamento y negó incluso que acordara con ella la posibilidad de llevarla al domicilio de Rafael Medina. En su opinión, "el duque comparaba a la pequeña Ana María con un bote de champú".

(SERVIMEDIA)
21 Feb 1994
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