DULCE MARIA LOYNAZ, POETISA CUBANA DE 90 AÑOS, GANADORA DEL PREMIO MIGUEL DE CERVANTES 1992
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La poetisa cubana Dulce María Loynaz, de 90 años, fue galardonada hoy con el Premio Miguel de Cervantes 1992, considerado el máximo galardón de la literatura en lengua castellana. El jurado resaltó de ella su defensa del idioma a través de una extensa trayectoria.
Después de nueve votciones sucesivas, el jurado decidió conceder el premio a Loynaz "por mayoría, no por unanimidad, aunque quienes no la votaron están de acuerdo en su relevancia", según explicó el presidente, Francisco Ayala, que fue galardonado con el Cervantes del año pasado.
Ayala explicó que esta poetisa es poco conocida en la actualidad en España por "la desconexión que existe cronológica y bibliográficamente entre nuestro país y la literatura iberoamericana".
También destacó que Loynaz es una de las figuras ás reconocidas, valoradas y populares de la primera mitad de nuestro siglo, de la misma generación que Gabriela Mistral, Delmira Agustini, Juana de Ibarburu o Alfonsina Storni.
Los miembros del jurado negaron que este galardón tenga alguna conexión con la situación política actual de Cuba, ya que, según dijo Ayala, "ella se encuentra al margen de las alternativas ideológicas. Los gobiernos son transitorios, por mucho que duren; es la creación literaria lo que permanece".
El escritor cubano Pablo rmando Fernández, que formó parte del jurado designado por el presidente de la Agencia Española de Cooperación Internacional, destacó que las obras de Loynaz, tanto en verso como en prosa, respiran una gran humildad y amor por la naturaleza.
Ayala apuntó que la labor literaria de esta escritora, cuya notoriedad es pretérita, demuestra que un poeta no tiene por qué estar de moda, "más al contrario, esa circunsatancia suele ser debida a otros motivos". Por su parte, Fernández señaló que "su obra es muy oven, muy pura, cercana a Santa Teresa o a José Martí".
Dulce María Loynaz, que residió durante varios años en Tenerife, mientras estuvo casada con un canario, volvió al enviudar a La Habana, donde fue nombrada directora de la Academia de la Lengua Española de Cuba, y su casa fue frecuentada, entre otros, por García Lorca, Juan Ramón Jiménez y Luis Cernuda.
(SERVIMEDIA)
05 Nov 1992
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