Los policías sacaron a la mujer del agua y lograron llevarla hasta la orilla, donde le aplicaron un masaje cardíaco que la reanimó.

Posteriormente, Margarita M., de 65 años, fue trasladada en una ambulancia del SAMUR hasta el hospital Doce de Octubre, donde a primeras horas de la tarde evolucionaba favorablemente.

os hechos ocurrieron sobre las once de la mañana, cuando dos agentes de la Unidad de Servicios Especiales (USE) de la Policía Municipal retiraban de la M-30 los conos que señalizaban unas obras en la calzada.

Un conductor paró a su altura y les indicó que había visto cómo una mujer se arrojó al Manzanares desde el puente de Toledo, cercano al lugar donde se encontraban los policías.

José Manuel Sánchez, uno de los motoristas, explicó a Servimedia la intervención: "Mi compañero y yo salimos corriedo y nos tiramos al río hasta con las botas puestas. El agua estaba muy fría, pero al final José Felipe (el otro policia) y yo conseguimos llevar a la mujer hasta la orilla".

"Entre los dos", prosiguió el funcionario, "le aplicamos un masaje cardíaco y la mujer reaccionó bastante bien. Previamente le abrimos la boca para ver si tenía algún cuerpo extraño y comprobamos que la lengua no le impedía respirar".

Poco después acudieron al lugar una ambulancia del SAMUR y varios coches de bomberos. Un pa de buzos se sumaron a las labores de rescate, mientras que un médico se acercó a la orilla en una lancha neumática, para atender a la mujer y a los policías.

José Manuel, que lleva casi ocho años en la Policía Municipal de Madrid, dijo que no dudó ni por un momento lanzarse al agua para salvar a la víctima.

"No somos 'multeros', como mucha gente cree. Somos un servicio público y tenemos muy claro que estamos para proteger al ciudadano. Tengo asumido que nuestro trabajo es a veces impopular, peronuestra vocación es de servicio a los demás", subrayó el policía.