Fútbol
Diez años de comercialización conjunta de los derechos de televisión en LALIGA

El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Este año se cumple una década desde que el Real Decreto-ley 5/2015 puso fin a la venta individual de derechos audiovisuales en el fútbol e instauró su comercialización conjunta gestionada por LALIGA. Impulsado por el G-30 y avalado en el Congreso por el secretario de Estado Miguel Cardenal, este cambio aportó estabilidad jurídica, saneó las cuentas de la mayoría de los clubes y transformó la competición en un producto global y competitivo.
Antes de la norma, cada club vendía sus derechos por separado, generando desigualdades extremas —el último podía cobrar hasta 13 veces menos que el primero— e incertidumbre al poder simultanearse partidos entre varios operadores. A finales de los noventa nació el G-30, bajo el lema “un club, un voto”, con la ambición de emular el modelo de la Premier League. Gracias al refuerzo táctico de Real Madrid y FC Barcelona (G-35), reunió los apoyos necesarios para que el decreto se aprobara el 30 de abril de 2015.
El decreto otorgó a LALIGA la exclusiva de la explotación audiovisual nacional e internacional en ciclos trienales y fijó un tope de 3,5-1 entre el club mejor y peor remunerado. Para mantener el equilibrio, introdujo un control económico pionero que permite sancionar a cualquier asociado que exceda los límites de coste de plantilla o incumpla sus obligaciones fiscales y sociales. Además, parte de los ingresos se destina a ayudas al descenso, al deporte femenino y a otras disciplinas olímpicas, configurando un sistema solidario.
Los ingresos agregados por derechos televisivos pasaron de 600 millones de euros en 2014-15 (sin contar los correspondientes al Madrid y el Barça) a 2.000 millones de euros en 2023-24. Hoy en día, el club con menor ingreso supera los 40 millones de euros, frente a 7 millones hace diez años, y la deuda conjunta con Hacienda y la Seguridad Social, que llegó a superar los 700 millones, está prácticamente extinguida.
Tras deducir los costes de producción y comercialización, los ingresos se distribuyen asignando un 90% a los clubes de Primera División y un 10% a los de Segunda División. En Primera, el 50% se reparte por igual entre todos los equipos, el 25% se vincula a los méritos deportivos de las cinco últimas temporadas y el 25% restante se destina a criterios de implantación social valorando la venta de entradas, las audiencias televisivas y la participación en proyectos sociales. Mientras, en Segunda, el 70% se divide equitativamente, el 15% se asigna según los resultados de la temporada más reciente y el 15% dedicado a la implantación social se reparte de forma que dos tercios se vinculan a la audiencia y un tercio a la venta de entradas.
SANEAR LAS CUENTAS
Entre las temporadas 2014-15 y 2023-24 la facturación televisiva creció un 117,9 %, de 844 millones de euros a casi 1.840 millones, incluso durante la pandemia. Hoy, los ingresos por derechos televisivos suponen más del 50% de la financiación de los clubes y, en algunos casos, hasta el 80%. Este modelo no solo ha nivelado la competición, sino que ha fortalecido la sostenibilidad del fútbol español.
LALIGA y los clubes advierten que esta conquista debe protegerse. Con voces a favor de regresar a la venta individual, la meta conjunta es rebajar el diferencial de 3,5-1 al 2-1 de la Premier. Por ello, la patronal llama a defender día a día el sistema que profesionalizó los estadios españoles, impulsó la “marca-España” y niveló a los clubes modestos con los más grandes.
(SERVIMEDIA)
05 Mayo 2025
s/gja