Desde principios de mes, los agentes de la citada dependencia policial vigilaban el taller, ya que disponían de informaciones que involucraban a Tomás Díaz en la compra de ruedas y demás piezas de coche robadas.

Cuando los agentes comprobaron la existencia del delito, informaron al juez de guardia, que ordenó el registro del local sospechoso, donde fueron intervenidas 425 llantas de turismos, algunas valoradas en 30.000 pesetas; 170 ruedas completas y cubiertas, dos emisoras de raio y diversas piezas de fotocopiadoras.

Mientras se realizaba el registro, llegaron al taller dos jóvenes con un par de ruedas, un faro y otros accesorios de automóvil.

Según las diligencias, Tomás Díaz compraba las ruedas a 2.000 pesetas y las revendía a un mínimo de 4.000. Ciento once de las intervenidas procedían de un robo con fuerza en un establecimiento de neumáticos de la localidad madrileña de Alcorcón.