Los hechos tuvieron lugar el pasado lunes cuando Tovar halló en la calle a la mujer enferma, E.B.M., de 62 años, rodeada de un grupo de personas que trataban de auxiliarla. Tras un rápido reconocimiento decidió trasladarla de urgencia en un coche particular hasta el Hospital General.

La paciente mostraba síntomas de estar sufriendo un infarto de miocardio y corría el riesgo de sufrir una hipoglucemia, debido a su dibetes.

Los ocupantes del vehículo vieron interceptado su paso bajo uno de los arcos del acueducto por el policía municipal, que les recordó, según la declaración del doctor, con mucha "parsimonia" que el tráfico bajo el monumento está prohibido, sin atender a las explicaciones de la urgencia.

Finalmente, el médico solicitó al agente su identificación para poder presentar después la denuncia, y el conductor se vio obligado a dar un rodeo de 5 kilómetros por el casco urbano de Segovia hasta llegar l centro hospitalario, donde la enferma ingresó en la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI).

E.B.M., que presentaba un fuerte cuadro de vómitos y perdía la consciencia, necesitó la implantación de un marcapaso, operación de la que se recupera actualmente.

La Policía Municipal de Segovia no ha querido pronunciarse sobre la actuación del agente, que prestó declaración en comisaría, y que lo hará de nuevo en el juzgado que se ha hecho cargo de las diligencias.