Camacho y Rey son dos de los 28 miembros del servicio secreto que fueron expulsados el pasado 15 de octubre en aplicación del Estatuto de Personal del Cesid, que prevé la separación de aquellos agentes que no sean calificados como "idóneos".

En diciembre pasado, el Gobierno procedió a una reorganización del CESID que fue presentada como una nueva etapa que alejara al servicio secreto epañol de los escándalos del pasado vinculados a la 'guerra sucia' contra ETA.

Camacho y Rey pidieron entonces al Ministerio de Defensa que les liberara del deber de secreto para poder defender su ejecutoria personal en el servicio de inteligencia.

Posteriormente, en declaraciones a Antena 3 Televisión, Camacho atribuyó su despido a una venganza del director del Cesid, Javier Calderón, a quien acusó de haber frenado en 1981 una investigación interna sobre la implicación del servicio secreto en el olpe de Estado del 23-F.

En algunas declaraciones públicas, Camacho ha estado acompañado por el teniente coronel Rey, que también resultó expedientado. Camacho fue responsable del Cesid en Costa Rica, Guinea Ecuatorial, Marruecos y Francia, mientras que Rey fue jefe del departamento de Latinoamérica en la División Exterior.

Los dos militares sancionados tienen ahora cinco días para recurrir la sanción, pero se encuentran nuevamente con la dificultad de que, al no relevarles de la obligación de reerva, difícilmente pueden demostrar la veracidad de sus apreciaciones, según indicaron las fuentes señaladas.