Durante estos seis días se procederá a la revisión de los fondos bibliográficos para detectar las incidencias que se hayan producido y poder así mejorar el servicio.

Permanecerán abiertas tanto las salas de exposiciones como el salón de actos y el Museo de la Biblioteca, con las actividades programadas.

El año pasado ya se cerraron por recuento durante una semana las salas de la Biblioteca Nacional. Se revisaron entonces más de un millón y medio de volúmenes, manuscritos y monografías, además de publicaciones periódicas (cerca de 2.000 títulos), cajas de documentos y folletos, grabados, dibujos, partituras y videograbaciones.

En estas labores participaron dos centenares de bibliotecarios y personal auxiliar, distribuidos en 80 equipos de trabajo. No se registraron incidencias reseñables, según Cultura, más allá de pérdidas de tejuelos o encuadernaciones en mal estado que era necesario restaurar.