La compañía presentó un ERE que en principio afectaría hasta un máximo de 250 empleados. El acuerdo establece que las salidas serán finalmente de 209 trabajadores, se ejecutarán durante el período 2025-2027 priorizando en su mayor medida la voluntariedad, y se canalizarán mediantes dos modalidades de adhesión: un plan de rentas y un plan de bajas incentivadas.

Al plan de rentas podrán acogerse los empleados que cumplan 56 años de edad o más durante este periodo y con una antigüedad de 10 años. Quienes se acojan a esta opción se beneficiarán hasta los 65 años de una cobertura equivalente al 75% de su retribución neta anual.

Por su parte, las bajas incentivadas tendrán una indemnización equivalente al salario de 33/45 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades, más un complemento en función de la antigüedad.

"TRATO RESPETUOSO"

Cellnex ha justificado este ERE por motivos organizativos, productivos y tecnológicos, vinculados a la focalización de la compañía en el 'core business', a la finalización de contratos de menor valor añadido (mantenimiento de redes de terceros) y al continuo proceso de automatización de las operaciones, con la correspondiente adaptación de la estructura organizativa.

Días después de anunciar el ERE, el consejero delegado de Cellnex, Marco Patuano, garantizó que las salidas en Retevisión y Tradia no supondrían “nada que no sea respetuoso con los trabajadores y así se lo diremos a los sindicatos” en las negociaciones. Enfatizó que Cellnex ha dado siempre un tratamiento “entre los mejores del sector” cuando ha acometido en el pasado despidos colectivos.

Sobre posibles nuevos ERE en el grupo, comentó que no hay nada decidido y todo dependerá de los resultados venideros del conjunto de la compañía.