Cónclave
El cardenal Robert Prevost, elegido como el Papa 267 de la Iglesia católica
- El estadounidense, obispo emérito de Ciclayo (Perú) ha decidido llamarse León XIV
- El cónclave lo eligió este jueves por la tarde, en la cuarta votación, después de dos jornadas y dos fumatas negras

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El cardenal de origen estadounidense Robert Prevost fue elegido este jueves como nuevo Papa de la Iglesia católica. Será el número 267 de la historia. El nuevo pontífice tiene 69 años, es agustino y ha decidido llamarse León XIV.
Su identidad se desveló al ser anunciado en el balcón principal de la basílica de San Pedro, cuando el protodiácono pronunció el famoso 'habemus Papam'.
Un rato antes, una fumata blanca que salió de la chimenea de la Capilla Sixtina, a las 18.07, anunció que los 133 cardenales de 70 países reunidos en el cónclave habían alcanzado los dos tercios necesarios para elegir nuevo pontífice.
El cardenal Robert Francis Prevost pertenece a la congregación de los agustinos y es prefecto del Dicasterio para los Obispos (el 'ministerio' vaticano de esos asuntos) y arzobispo emérito de Chiclayo (Perú). Nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago (Illinois, Estados Unidos).
En sus primeras palabras a la multitud recordó al papa Francisco para subrayar que "Dios ama a todos incondicionalmente" y a renglón seguido hizo un llamamiento a la paz: "El mal no prevalecerá, estamos todos en la manos de Dios". "Seamos discípulos de Cristo", dijo a los católicos, llamándoles a "ayudarse los unos a otros a construir puentes, para ser un solo pueblo siempre en paz". El Papa saludó también en español antes de impartir la bendición 'urbi et orbi'.
La fumata la anticipó la imagen de un polluelo de gaviota al que alimentaban otros ejemplares adultos, que se encontraban junto a la famosa chimenea. Eran las 18.07 minutos de la tarde de este 8 de mayo de 2025, y había comenzado el pontificado del 267 Papa de la Iglesia.
Tras el humo blanco, la multitud congregada en la plaza estalló de emoción, con aplausos, vítores y lágrimas. Rezaban, reían, se abrazaban. Otros muchos apresuraban el paso por la vía de la Conciliazione, de acceso al foro vaticano, para no perderse el momento histórico.
Las campanas de la basílica de San Pedro repicaron en señal de alegría, mientras los fieles coreaban “viva el Papa” y entonaban el canto de la Salve, dedicado a la Virgen María. A ello se sumó la música festiva de marchas e himnos que interpretaron las bandas del cuerpo de Carabinieri y la Guardia Suiza.
(SERVIMEDIA)
08 Mayo 2025
AHP/clc/mjg